Aguascalientes, Ags.-Tras el desfase en el “reloj biológico” a causa del recién terminado Horario de Verano, los médicos aseguran que pasarán de dos a cuatro semanas para que el organismo de las personas asimile la transición al horario normal.
Por los siguientes días, las personas a las que les es difícil adaptarse a los cambios de horario, presentarán desde desgano para realizar actividades y sueño, hasta confusión en el tiempo y con ello alteraciones en sus actividades cotidianas a causa de la medida.
Neurólogos del Hospital Hidalgo señalaron que quienes más batallarán para “acomodar su reloj biológico” son los niños, los escolares y también las personas jóvenes y adultas a las que les gusta tener largas jornadas de descanso en la cama, toda vez que pasará un buen rato para que se adapten al horario vigente luego de que durante los últimos seis meses estuvieron “acostumbrados a otro horario”.
A su vez, médicos especialistas en alteraciones o trastornos del sueño sostienen que cambiar la hora tiene determinados efectos sobre el organismo y sobre las actividades habituales de las personas, puesto que de alguna forma se altera la relación con la luz natural.
Si bien es cierto que la mayoría de los efectos que trae consigo el movimiento del “reloj biológico” son ligeros, aunque luego haya personas que por otras causas lo vean de manera diferente, son los niños y los adultos mayores quienes más terminan resintiendo estos cambios en el tiempo.
Son los niños los que más resienten el cambio de horario y, por consiguiente, los que más tardan en acomodarse a la “nueva hora”, figurando entre los principales efectos tener problemas para irse a dormir a su hora y luego despertar cuando les toca, pues en muchos de los casos lo hacen con irritabilidad, problemas de atención y de concentración en la escuela.
Los cambios de horario impactan en el sueño y, por ende, en las actividades de todas las personas, lo que en los jóvenes y adultos la transición propicia desconcentración en la escuela y el trabajo, desgano para realizar las actividades habituales e incluso se aumenta el riesgo de accidentes de trabajo y tráfico.