México, 30 oct (EFE).- El territorio mexicano «es un almacén de desastres» que aumentarán en frecuencia e intensidad exacerbados por la emergencia climática, advirtió Mami Mizutori, titular de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNDRR, por sus siglas en inglés).
Los desastres se han duplicado a nivel global en los últimos 20 años y el 90 % se relacionan con el cambio climático, lo que en México se refleja en huracanes, lluvias, sequías e incendios, indicó Mizutori en una entrevista con Efe en el foro de la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres (Arise).
«Si nosotros no somos capaces de afrontar esta emergencia climática, es decir, primero adaptar y luego mitigar el efecto, no vamos a poder ser salvados de esos desastres, y México, como cualquier otro país, está en la mitad de eso, pero yo creo que la frecuencia e intensidad en México es bastante notable», comentó.
Con el cambio de Gobierno en México, el Fondo Nacional de Desastres (Fonden) tuvo este 2019 su presupuesto más bajo en ocho años, de tan solo 3.644 millones de pesos (189 millones de dólares), un monto 85 % menor al del año anterior, y que para el 2020 será apenas de 3.800 millones de pesos (197 millones de dólares).
El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó al poder en diciembre pasado con la promesa de una «austeridad republicana», ha justificado la reducción de este y otros fondos para desastres al afirmar que «había mucha corrupción» y que México ha «tenido suerte» este año en cuanto a la llegada de fenómenos naturales.
Aunque destacó que la prudencia en las finanzas públicas es comprensible y las empresas pueden ser «un agente de cambio» que apoye a las comunidades, Mizutori enfatizó que el sector público es el que tiene el papel más grande para afrontar los desastres en México y el resto del mundo.
«En este momento hay política de austeridad y lo entiendo porque también el Gobierno tiene una obligación de balancear su presupuesto para el futuro económico más sostenible, pero espero que México, una vez que sobrepase esta austeridad, pueda volver a poner fondos adecuados en el riesgo y la reducción», mencionó.
La representante de la ONU consideró que México es uno de los países que «están haciendo un mejor trabajo» en cuanto al cambio climático y que está «comprometido» con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, adoptado en Japón en el 2015.
Sin embargo, la funcionaria internacional mencionó que existen puntos por mejorar, como fortalecer la resiliencia a nivel local con la distribución de recursos, información y herramientas.
Para ello, tras realizar una visita, puso como ejemplo el programa «Escuelas Resilientes» del sureño estado de Chiapas, donde se educa a los menores de edad sobre los riesgos que afronta el territorio.
«Áreas de oportunidad son realmente hacer que la economía sea más verde, que introduzcamos más soluciones basadas en la naturaleza, porque estas soluciones a la vez pueden mitigar el efecto del cambio climático, pero también pueden ser una manera muy eficaz de reducir el riesgo de desastres», apuntó.
Mizutori informó que América Latina y el Caribe es la región «más golpeada» por los desastres, pues concentra el 53 % de las pérdidas mundiales a causa de estos fenómenos.
Comentó que «todas las amenazas posibles» están en Latinoamérica, además de Asia, algo que no puede cambiar en el corto plazo, pero que los gobiernos y empresas pueden prevenir.
«Otra cosa es la cuestión de vulnerabilidad, porque muchas veces, aunque hay desastres, sí somos capaces de saber dónde están las vulnerabilidades de antemano, entonces podemos reducir la cantidad de pérdida económica y la pérdida de vidas», argumentó.
La funcionaria estuvo de visita en México para inaugurar el primer foro de Arise, una iniciativa de la ONU que en el país está conformada por 250 organizaciones del sector privado y de la sociedad civil, y que acaba de firmar un convenio con el Sistema Nacional de Protección Civil del Gobierno mexicano.