Juan Pablo Picaso y Priscila Saldívar Proa hicieron realidad su más grande sueño de amor al quedar convertidos en esposos.
Ellos eligieron el templo de Nuestra Señora del Rosario (La Merced) para recibir la bendición nupcial, lugar que se vio concurrido por sus familiares y amigos.
Significativo fue el momento cuando Juan Pablo y Priscila se aceptaron como esposos, contestando con un “sí, acepto” a todas las preguntas que el sacerdote les hizo durante el ritual matrimonial.
Postrados ante la imagen de la Virgen del Rosario, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde, la bendición nupcial.