México, 3 sep (EFE).- Una depresión tropical formada en las últimas horas en el Golfo de México genera fuertes lluvias en el litoral del nororiental estado de Tamaulipas y en el municipio de Matamoros, poniendo en peligro la vida de centenares de migrantes que sobreviven a la espera de cruzar a Estados Unidos.
En un boletín, Protección Civil de Matamoros, ciudad fronteriza con Brownsville (EE.UU.), informó que se está habilitando un albergue «para los migrantes que se encuentran varados en el Puente Nuevo», una de las vías de comunicación entre ambos países.
Así lo señaló el director de Protección Civil de Matamoros, Pedro Astudillo Bravo, quien además solicitó a las autoridades de salud que les apoyen.
De acuerdo con el comunicado, por el momento muchos migrantes rechazan acudir al albergue por miedo a perder su «lugar» en la fila migratoria que llevan días o semanas haciendo.
Según constató Efe, pese a las lluvias en la región muchos de los migrantes continúan en las calles de Matamoros o en el citado Puente Nuevo, donde tienen sus tiendas de campaña.
En tanto Protección Civil de Tamaulipas dio detalles sobre la depresión tropical «Siete» que se formó en el Golfo de México a las 10.00 hora local (15.00 GMT) de este martes y podría convertirse en tormenta tropical en las próximas horas.
De acuerdo con el reporte meteorológico, este miércoles por la tarde impactará este fenómeno meteorológico en territorio tamaulipeco.
Tocará tierra al norte del poblado de La Pesca en el municipio de Soto La Marina, generando lluvia de moderada a fuerte e incluso intensa, además de viento de 60 kilómetros por hora, en el litoral tamaulipeco y la región centro-norte de la entidad.
«Debemos identificar si hay riesgos y tratar de poner a salvo a las personas, documentos, propiedades, bienes. En el caso de viviendas en zonas de alto riesgo es importante poner a salvo todo lo que sea posible», dijo Pedro Granados Ramírez, coordinador de Protección Civil de Tamaulipas.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.
A inicios de junio, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que el primer país impusiera aranceles a todos los productos provenientes del segundo.
A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la Guardia Nacional -un nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el Ejecutivo- y se contrató a más personal migratorio.
A inicios de agosto, el Gobierno de Estados Unidos informó de que las detenciones de indocumentados en la frontera con México cayeron cerca de 45 % tras ese acuerdo.