México, 3 sep (EFE).- El comandante de la recién creada Guardia Nacional de México, el general Luis Rodríguez Bucio, se jubiló del Ejército para cumplir el requisito de que el nuevo cuerpo de seguridad tenga un mando civil, informó este martes la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
«El comandante de la Guardia Nacional, el general de brigada D.E.M. Luis Rodríguez Bucio, causó baja del servicio activo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos el pasado 31 de agosto», detalló la institución en un comunicado.
A Bucio se le aplicó así el artículo 25 de la Ley del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas Mexicanas, el cual establece los 63 años de edad como límite en el servicio activo para un general de brigada.
Aunque se ha retirado del Ejército, Rodríguez Bucio ostenta ahora el grado de general de división, ya que la ley establece que los militares en retiro ascienden al grado inmediatamente superior considerando los años de antigüedad en el Ejército.
Al dejar de ser un militar en activo, Rodríguez Bucio ya cumple el requisito establecido en la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional y que establecía que dicho organismo debe tener un mando de carácter civil y no militar.
En el comunicado, el ministerio justificó que cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo nombró comandante de la Guardia Nacional el pasado en abril pasado, Rodríguez Bucio «ya se encontraba en trámite de retiro de las Fuerzas Armadas».
La creación de la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo conformado por militares, marinos y policías, fue avalada por unanimidad en el Congreso mexicano con la promesa de que el organismo tendría un mandato civil.
Sin embargo, López Obrador sorprendió al situar a Rodríguez Bucio al frente de la Guardia Nacional, junto a otro general del Ejército, un contraalmirante de la Secretaría de Marina y solo una comisaria de la Policía Federal.
Organizaciones de derechos humanos se han opuesto frontalmente a que la Guardia Nacional estuviese comandada por miembros del Ejército, que ha sido acusado de vulnerar los derechos humanos durante su lucha contra el narcotráfico emprendida en 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón.
Además, la creación de la Guardia Nacional ha suscitado protestas de la Policía Federal, dado que está prevista la desaparición de este cuerpo cuyos miembros tienen más dificultades para ingresar a la Guardia que los militares.
El objetivo de este nuevo organismo es el de reducir la cifra récord de 33.369 asesinatos registrados el año pasado en México.
En su primer informe de Gobierno, presentado este domingo, López Obrador explicó que ya se han desplegado 58.600 agentes de la Guardia Nacional y tiene el objetivo de llegar a los 140.000.