Los Ángeles, 9 sep (EFEUSA).- El líder de una red de distribución de heroína y cocaína que recibía pedidos por teléfono y utilizaba una flota de vehículos al norte de Los Ángeles, California, fue condenado hoy a cerca de 20 años en una cárcel federal.
Sigifredo Barrientos Gurrola, de 42 años, oriundo de México y cabeza principal de Manny’s Delivery Service, se había declarado culpable el año pasado de un cargo de conspirar y poseer sustancias controladas con la intención de distribuir en una operación que emulaba un servicio de entregas de pizza a domicilio.
El juez del Tribunal de Distrito en Los Ángeles, Percy Anderson, condenó este lunes al mexicano a pasar 235 meses en prisión y a pagar 40.000 dólares de multa.
El inmigrantes también deberá cumplir cinco años de libertad bajo supervisión. No obstante, se prevé que sea deportado después que cumpla su sentencia en la cárcel.
El hombre fue detenido el 14 de septiembre del 2017 junto a seis personas, todas hispanas, por pertenecer a una organización que vendía narcóticos en el Valle de San Fernando, un vecindario del norte de Los Ángeles.
De acuerdo con la Fiscalía del Distrito Central de California, aunque las entregas eran de pequeñas cantidades de droga a los clientes que hacían su orden telefónicamente, los acusados vendían «grandes cantidades» y desarrollaban un «sofisticado negocio».
Durante un período de dos meses, la red de distribución «obtuvo múltiples cantidades de kilogramos de heroína y movió cientos de miles de dólares en efectivo de acuerdo con conversaciones grabadas», presentadas en la acusación, dijo la fiscalía en el momento del arresto.
Adrián Muñoz-García, mano derecha de Barrientos, quién también fue arrestado en el operativo, está purgando ocho años de cárcel, tras ser sentenciado en mayo pasado.
Otro de los detenidos es la hispana Jacqueline De La Rosa, que según la acusación compraba grandes cantidades de narcóticos y los guardaba en su residencia, al igual que transportaba grandes sumas de dinero producto de su venta.
En septiembre el año pasado, De La Rosa se declaró culpable y fue condenada a cuatro años en la cárcel.
Al dictar sentencia, el magistrado Anderson dijo que «este caso es un doloroso recordatorio de la epidemia de drogas ilegales que enfrenta este país».