México, 10 sep (EFE).- El músico español Santiago Auserón, quien fue líder de Radio Futura, una de las bandas que protagonizó la denominada movida madrileña, explicó este martes a Efe que México, una vez lo conoces, «se convierte en un lugar mitológico».
En su paso por el país latinoamericano el músico participó en el Hay Festival en Querétaro, y ofreció un concierto en el Centro Cultural de España de la capital de México, un país que empezó a conocer desde muy pequeño.
Comenzó a descubrirlo a través de la música y el cine, y también por los relatos de exiliados españoles en México durante la Guerra Civil (1936-1939), algunos de ellos amigos de sus padres.
«Entonces empiezas a ver una mitología en México que has vivido como español en la que juega un papel importante el hecho de que fuese la tierra de acogida del exilio español. Es una mitología que te envuelve y te atrapa por todas partes», expresó en entrevista con Efe.
Auserón (Zaragoza, 1954) creció, como la mayoría de los jóvenes de su generación, conociendo la parte de México que acogió a ciudadanos españoles que huyeron de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) y que prosiguieron su vida al otro lado del océano Atlántico, donde se bañaron en una cultura muy distinta pero a la vez cercana.
En 1987 Radio Futura visitó el país por primera vez y, según el artista, el concierto «fue tremendo y tuvo una intensidad increíble» a la vez que casi se produce una catástrofe porque había tanta gente que faltó poco para que se derrumbase el suelo del auditorio donde actuó.
Para Auserón, quien desarrolla su carrera en solitario con el pseudónimo de Juan Perro, el público latinoamericano ha sido muy importante tanto en su desarrollo como artista como en la cultura española en general.
«Estoy muy agradecido al público minoritario y leal en mi país que se acuerda de Radio Futura y sostiene a Juan Perro, pero estoy a la vez totalmente convencido de que no hay proyecto musical o poético que pueda subsistir en España sin el contacto con el conjunto de Latinoamérica», agradeció.
De cara al futuro, cree que es necesario generar una «latinidad en el sentido amplio capaz de generar un pensamiento distinto al pragmatismo anglosajón que solo se mueve por la velocidad del dólar».
Durante la movida madrileña, un movimiento surgido en la España posfranquista como respuesta contracultural al fin de casi cuarenta años de dictadura, Auserón se hizo famoso como estrella del rock, un concepto con el que no se siente muy identificado, siempre ha sido crítico con el sistema.
Y en esta ocasión consideró que la creatividad, el talento y la formación que abunda actualmente entre los jóvenes españoles, se ve frenada por la idea de la música como negocio.
«En estas generaciones hay más preparación pero más dificultad para acceder a la actualidad. La sociedad ha convertido el negocio musical en mera mercancía que, o estas en las radio formulas con el apoyo de las multinacionales, o sales en concursos de talentos, o no existes», reclamó.
Pero esto no es más que una parte del sistema, que está «dilapidando un capital cultural inmenso» y que seguirá haciéndolo a no ser que España tenga una «revolución espiritual completa» que enseñe a los españoles a «aprender a convivir» y caminar hacia «un proyecto común ilusionante».
A pesar de sus críticas, Auserón se mostró satisfecho de estar encontrando esa ruta a medio camino entre vivir de lo que le apasiona, la música, y no doblegarse ante el rumbo que esta industria está tomando.
«Tengo el orgullo y la suerte de tener una pequeña empresita independiente que se llama La Huella Sonora en la que entre cuatro hacemos todo. (…) Es un logro para mí y con mantener eso a flote yo me contento», concretó.
Actualmente se encuentra presentando su libro «Semilla del son. Crónica de un hechizo» que se gestó a partir de 1989 a partir de una investigación y que fue creado con la idea de ser llevado solamente a algunos de sus amigos.
Ahora se ha reeditado con fotografías y algunos textos más para convertirse en libro.
Su faceta como escritor, aseguró, no es más que una parte de la necesidad de «multiplicar tareas» para poder «seguir en la pelea que se inició con Radio Futura para que la canción popular sea un objeto artístico compartible».
Auserón, por último, tuvo muy buenas palabras para Camilo Sesto, fallecido el pasado sábado, con quien no coincidió nunca pero a quien siempre admiró.
«Camilo Sesto era un extraterrestre entre nosotros, le tiene respeto la gente de todos los géneros de música. (…) Es un personaje que desde su propia excentricidad y locura personal se había convertido en algo muy entrañable para la sociedad española», terminó.