México, 17 sep (EFE).- El Gobierno de México admitió este martes la dificultad de frenar la subasta de objetos prehispánicos que hará mañana la casa Millon en París y apeló a la «buena voluntad» de la empresa para que no la lleve a cabo.
«Apelamos a la buena voluntad de la casa subastadora pero, por otro lado, para ellos este es su negocio», expresó en rueda de prensa el director general para Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Bernardo Aguilar.
El Gobierno de México mandó el pasado 12 de septiembre una carta a la casa Millon solicitando la cancelación de la subasta de 122 piezas prehispánicas, entre ellas 72 procedentes de México, prevista para mañana en la capital francesa.
Además, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República de México para que se abra una carpeta de investigación ya que la ley prohíbe extraer patrimonio del país.
«Nuestro país está tomando acciones respecto a la casa de subastas, que es un evento privado, y no estamos haciendo un reclamo específico al Gobierno de Francia», matizó Aguilar.
El director general explicó que el objetivo del Gobierno de México es «impedir que nuestro patrimonio cultural, que pertenece al Gobierno de México, sea puesto a la venta».
De acuerdo con las autoridades mexicanas, las piezas pertenecen a Teotihuacan, en el centro del actual México, y a las culturas olmeca y maya del sureste del país.
Con la denuncia ante la Fiscalía, se busca que se verifique si la Interpol tiene registrado algunos de esos bienes como robados y que se detenga la venta.
La colección total de la subasta, en parte propiedad del matrimonio de coleccionistas Manichak y Jean Aurance, tiene máscaras y figuras cuyo precio estimado se eleva en algunos casos a los 80.000 euros (88.292 dólares).
El presidente de Millon, Alexandre Millon, destacó a Efe que la subasta se ha organizado con total transparencia pública y respecto a las autoridades mexicanas y sostuvo que se mantiene.
Añadió que aunque está abierto a que se lleven a cabo de nuevo «todos los controles» necesarios, «si acaba siendo anulada se reclamará el perjuicio causado».
«Si países de América Latina quieren favorecer el mercado negro no pueden hacer otra cosa que intentar sabotear ventas como esta, que son ejemplares», concluyó.
El embajador mexicano, en Francia, Juan Manuel Gómez-Robledo, consideró que el comercio de ese tipo de obras «crea las condiciones propicias para el recrudecimiento del pillaje de esas piezas por parte del crimen organizado y estimula la falsificación al banalizar bienes de un valor inestimable para los pueblos autóctonos».
De hecho, algunas piezas de la subasta, según advirtió, podrían ser imitaciones «de fabricación reciente», algo que Millon niega.
México confía en que el Gobierno francés actúe, principalmente por el cambio de política expresado por el presidente Emmanuel Macron, en noviembre de 2017 en un discurso en la Universidad de Uagadugú, donde dijo que no podía aceptar «que gran parte del patrimonio cultural de varios países africanos esté en Francia».