Madrid, 19 sep (EFE).- Trabajar, esperar, tener paciencia y aparecer en el momento oportuno. Las virtudes de Héctor Herrera, el futbolista mexicano que ayer debutó con el Atlético de Madrid marcando el gol del empate ante el Juventus de Turín (2-2) surgieron de un golpe en la primera intervención del ‘Zorro’ como rojiblanco.
«Soy un jugador con experiencia y creo que una de mis virtudes siempre ha sido ser paciente, trabajar fuerte para estar preparado cuando se requiera o se presente la oportunidad», aseguró el internacional mexicano de 29 años, con una sonrisa de oreja a oreja tras el partido en el Wanda Metropolitano.
Y es que si algo ha sido importante en la carrera de Héctor Miguel Herrera López (Tijuana, México, 1990) ha sido su capacidad para ser paciente hasta alcanzar sus objetivos, algo que vivió desde sus inicios en el fútbol azteca.
Nacido en Tijuana pero criado en Rosarito, una localidad costera del estado mexicano de Baja California, zona de surf y pesca deportiva, Héctor Herrera fue descubierto a los 11 años por el ojeador del Pachuca Ángel «Coca» González, descubridor del delantero Cuauhtémoc Blanco, o del extremo ‘Chucky’ Lozano, entre otros.
Precisamente en aquel trance le llegó el apodo del ‘Zorrito’, un mote por el flequillo decolorado que llevaba por entonces con el que le identificó aquel ojeador, y que le acompañó ya siempre.
Herrera, que destacaba entonces por su técnica y su carácter reservado, partió a los 14 años a Ciudad de México y comenzó un periplo por las divisiones inferiores del fútbol mexicano: los Venados de la Magdalena Contreras (Ciudad de México), de cuarta división, los Arroceros de Cuautla (Morelos) de tercera, y el Tampico Madero (Tamaulipas) de segunda.
En este último club llegó a vivir situaciones complejas: un equipo que no pagaba, su primera paternidad y el planteamiento sobre si seguir jugando al fútbol o dejarlo para trabajar con su padre en la construcción en Estados Unidos. Todo ello con apenas 21 años.
Corría junio del año 2011, regresó a Pachuca y al año siguiente fue el de su debut y explosión como profesional con el conjunto de los ‘Tuzos’. Lo que vino después es conocido: la convocatoria con la selección olímpica, el oro de Londres 2012 y el salto al Oporto en junio de 2013. Consecuencias del trabajo y la resiliencia, la capacidad de adaptarse a las situaciones duras.
Capitán del Oporto y del ‘Tri’ mexicano, el ‘Zorro’ Herrera decidió a finales de la temporada pasada tomar un nuevo desafío en su carrera y alistarse en el Atlético de Madrid, al que llegó como jugador libre y con la vitola de ser un futbolista del agrado del entrenador argentino Diego Pablo Simeone.
Sin embargo, el inicio de temporada no fue el esperado por muchos de los seguidores aztecas, que vieron como las puertas de la titularidad no se abrían para Herrera, otrora indiscutible en Portugal, pero sin minutos en las primeras tres jornadas de LaLiga Santander.
«Héctor Herrera es un jugador enorme que evidentemente está trabajando de una manera muy buena», dijo Simeone el día antes al partido contra el Juventus al canal Fox Sports, en declaraciones en las que aludió a la competencia que tiene el Atlético en las posiciones del mediocampo.
Así pues, el ‘Zorro’ esperó su oportunidad en el banquillo como en los tres duelos anteriores y fue la fatalidad, las molestias de su compañero ghanés Thomas Partey al que se le subieron los gemelos en la parte final del partido, las que permitieron su ingreso.
Ya en el césped de rojiblanco, Herrera mostró iniciativa, personalidad e intentó ayudar a conducir a un Atlético volcado en busca del segundo gol tras haber acortado distancias con un tanto del montenegrino Stefan Savic, minutos antes.
Ni él mismo se esperaba ser protagonista, aún menos en una jugada de balón parado, pero en el minuto 90 el propio Simeone le reclamó que acudiera al remate de un saque de esquina en lugar de esperar el rechace.
«Yo casi no entro a rematar en los saques de equina, en mi viejo equipo entraba siempre en el segundo poste, y en este hubo algunos tiros de esquina antes que no estaba entrando, estaba esperando al rebote. En el último, el ‘Cholo’ me llama para entrar al área, entré, y me he encontrado con una sorpresa que no me esperaba», admitió Herrera tras el encuentro.
Un remate al primer palo, girando el cuello y casi colisionando con su compañero uruguayo José María Giménez dieron a Herrera su primer gol y al Atlético el ansiado empate.
«No creo que sea una de mis fortalezas los cabezazos, pero he tenido la oportunidad de encajarla bien y hacer un gol que me dará más fuerza y motivación para seguir trabajando fuerte para todo lo que viene en adelante», añadió el ‘Zorro’, sin perder un ápice de humildad.
Tras un debut «soñado», con un gol valioso para su nuevo equipo y un final épico ante su nueva afición, Herrera tiene el fruto a su paciencia, aunque no pierde de vista que los minutos en el centro del campo del Atlético van a seguir estando caros pese al tanto.
«Con los jugadores que tienes por delante de muchísima calidad, un grupo súper fuerte, fue difícil, pero no pasa nada. Yo sabía que iba a ser complicado cuando vine para acá. Estoy súper motivado, no me queda nada más que trabajar, y esperar esas oportunidades para aprovecharlas», añadió el ‘Zorro’, premio a la paciencia.
Miguel Ángel Moreno