Los Ángeles, 19 sep (EFEUSA).- Una peluca desgreñada, un delantal azul y las frases que caracterizan a su madre, junto a un talento innato para hacer reír a la gente, convirtieron a Mario Aguilar en uno de los comediantes latinos con más proyección en las redes sociales y que ahora busca consolidarse en los escenarios.
«Las cosas se fueron dando, no lo vi venir, no lo noté porque me encanta lo que hago y nunca lo hice con la intención de sacarle un provecho», dice Aguilar en una entrevista con Efe.
El comediante de origen mexicano se refiere al éxito que ha tenido con sus parodias en vídeos en las redes sociales, con las que acumula más de 13 millones de seguidores en Facebook, seis millones en YouTube y cuatro millones en Instagram.
En esta última red, además de su talento para la comedia, promociona su línea de ropa y maquillaje.
«En ningún momento yo planeé que esto se volviera parte de mi trabajo», sostiene el comediante en Los Ángeles en medio de su gira por California.
Cuando este joven de 23 años, que quería ser veterinario, mira al pasado para encontrar el momento exacto en el que comenzó su carrera hacia la fama, solo tiene que devolverse cinco años en su historia y recordar el vídeo que hizo en la preparatoria.
En ese vídeo imita las acciones de su madre, doña Gloria González, una mujer que quedó viuda muy joven y que tuvo que sacar adelante a su familia.
Estaba en su humilde casa en su natal Tijuana cuando se puso una peluca y grabó un vídeo en el que recreaba esa «molesta» práctica de su progenitora de asear el piso y pasar frente a la televisión, justo cuando los hijos están viendo su programa favorito.
«Ahí fue cuando explotó la bomba», apunta Aguilar.
Fue entonces cuando el menor de los ocho hijos de doña Gloria se dedicó a hacer pequeñas escenas sobre las frases que su mamá usaba en su vida cotidiana.
Inicialmente, el contenido que realizaba Aguilar estaba enfocado en la cultura mexicana, pero fueron los seguidores de otros países los que pronto lo hicieron ampliar su visión y propuestas.
«De repente me empecé a dar cuenta de que la gente se identificaba con las frases de las mamás, y me decían: yo soy de Argentina, (entonces pensé) no son mamás mexicanas, Mario, son mamás latinas», narra el comediante.
Esta capacidad para escuchar a sus seguidores fue la que le impulsó a pensar en el «Latin Power», como él le llama a las historias que sin resquemores retratan familias hispanas de las que la comunidad debería sentirse orgullosa.
Con esa misma inspiración nacieron decenas de personajes, entre los que destacan las mujeres celosas -la güera, la morena y la roja-, que además de consolidar su fama en las redes sociales le permitieron dar el salto a los escenarios donde ahora presenta su espectáculo «¿Celosa yo? ¡Jamás!».
Aguilar reconoce que pasar de hacer vídeos para Facebook, YouTube e Instagram al teatro ha sido un proceso difícil.
«(En teatro) acá, tienes una reacción inmediata, saber si realmente das risa, y hacer una comedia blanca como la que yo hago, sin groserías, es más complicado», explicó.
Pero el comediante ha logrado sobrepasar sus temores de dejar la seguridad de las redes sociales y, con sus pelucas características y sus personajes logró establecer su espectáculo.
Ese título lo llevó a Bolivia, Perú, Argentina, El Salvador, Guatemala y México, con un lleno total.
En Estados Unidos la historia no es distinta. El joven comediante ha tenido sus presentaciones abarrotadas con un público inmigrante que, según cuenta, le agradece por traer un poco de la cultura que dejaron atrás y con la que muchos no se han podido reconectar.
«Me dicen: Mario, tú eres todas nuestras mamás», relata y apunta: «Eso significa mucho para mi».
Aguilar ya aprendió que para triunfar debe tomar riesgos, pero ante todo debe confiar en su talento y seguir aprendiendo.
Bajo esa convicción, confía en sacar adelante su próximo meta: incursionar en el cine.
«Solo llevo cinco años, poquito a poquito sé que lo voy a lograr, así como me enseñó mi mamá», afirma.