México, 19 sep (EFE).- El calendario volvió a marcar 19 de septiembre, el día más fatídico para México, por lo que este jueves el país realizó conmovido un simulacro nacional en memoria de los terremotos de 1985 y 2017, mientras los damnificados del último sismo siguen reclamando el apoyo de las autoridades.
A las 10.00 horas (15.00 GMT), ni un minuto más ni uno menos, los altavoces de la capital emitieron la siniestra alerta sísmica, un auténtico terror para los mexicanos que marcó el inicio del simulacro llevado a cabo en todo el país por el cual la ciudadanía debía desalojar los edificios públicos.
En el concurrido cruce entre el Paseo de la Reforma y la Avenida Juárez, dos arterias principales de Ciudad de México, se agolparon centenares de personas que fueron dirigidas por personal de Protección Civil hacia zonas seguras.
El tráfico de la zona fue cortado por la Policía, un helicóptero controló el área desde el aire y personal médico simuló prácticas de reanimación de heridos.
Todos los capitalinos tenían hoy muy presente el terremoto de magnitud 7,1 ocurrido hace justo dos años que azotó los estados de México, Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Chiapas dejando 369 muertos, 228 en la capital.
Un temblor que llegó pocos días después del terremoto de magnitud 8,2 del 7 de septiembre de 2017 que dejó 98 víctimas mortales en Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
Raimundo Barajas se encargó este jueves de verificar que se llevaran a cabo los protocolos de seguridad en un inmueble perteneciente a la Secretaría de Hacienda donde trabajan cerca de 2.300 personas.
«Hace dos años estuvimos en este edificio y de verdad pensaba que se caía. Duró bastante y empezó a tronar el edificio. Afortunadamente estamos aquí para contarlo», expresó a Efe.
Marcela Martínez fue esta mañana a hacer un trámite a Hacienda, donde escuchó la alerta sísmica que le produce «mucho pánico» porque vive en el centro de la ciudad donde «el recuerdo del sismo es constante».
Un temor similar al que siente Emma, una transeúnte que contó a Efe que hace dos años se encontraba en las afueras de la capital cuando sintió el temblor y la llamó su hermana para contarle que «se estaban cayendo muchos edificios».
Pese al éxito de los simulacros en algunos puntos de la capital, centenares de usuarios en redes sociales denunciaron que las bocinas no sonaron en muchos puntos de la urbe.
Según datos del Gobierno capitalino, falló el 4 % de las cerca de 12.354 bocinas instaladas en la ciudad, el equivalente a unas 494, y prometieron solucionar el problema.
LOS DAMNIFICADOS DEL 2017 EXIGEN MÁS APOYO
El nuevo Gobierno de la Ciudad de México, liderado por Claudia Sheinbaum desde diciembre del pasado año, ha prometido que todos los damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017 habrán vuelto a sus casas en 2021.
Según la alcaldesa, muy crítica con la administración anterior, de las 11.970 viviendas unifamiliares afectadas, ya han sido entregadas 430, 1.750 están en rehabilitación y 8.872 iniciarán su reconstrucción en el presente mes.
Pero muchos de los afectados siguen todavía esperando que se termine la reconstrucción de sus viviendas mientras viven en condiciones precarias.
Entre ellos, Petra Puebla, una mujer de unos 50 años que desde hace 2 años ha estado durmiendo bajo una caseta de madera junto a las obras de su edificio, el emblemático multifamiliar de Tlalpan, en el sur de la ciudad, en el que murieron nueve personas.
Puebla cuenta a Efe que, en teoría, le entregarán su vivienda reconstruida el próximo 7 de enero de 2020 y que la espera ha sido muy dura.
Sobre el día de hoy, reconoce que no puede evitar sentirse afectada.
«Ahorita que sonó la alarma sí sentí, mi piel hasta se erizó al oír ese sonido tan alarmante que es, esperemos que no vuelva a pasar un sismo», explica.
Otra mujer, Alicia Guzmán, quien perdió a su hija durante el sismo, cuenta a Efe que, dos años después, que «cada día es más terrible».
«No han hecho nada por nosotros (el Gobierno)», asegura.
SE CUMPLEN 34 AÑOS DEL TEMBLOR DE 1985
Una mala jugada del destino quiso que el terremoto de 2017 sucediera el mismo día que el de 1985, cuando tuvo lugar el sismo más destructivo que se recuerda en la capital mexicana.
Fue a las 7.19 horas del 19 de septiembre de ese año cuando un temblor de magnitud 8,1 derribó múltiples edificios de la capital y provocó una incierta cifra de al menos diez mil muertos.
A la misma hora que el temblor de hace 34 años, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, salió este jueves del Palacio Nacional para presenciar el izamiento a media asta de la enorme bandera mexicana de la céntrica plaza del Zócalo capitalino.
Se estima que un tercio de los edificios del centro urbano de Ciudad de México quedaron destruidos por aquel sismo, y así lo recordó hoy un homenaje llevado a cabo por rescatistas en la plaza donde se encontraba el Hotel Regis, que se derrumbó con centenares de huéspedes en su interior.