México, 19 sep (EFE).- Sin grandes castigos hacia prácticas corruptas ni una mejora en la red de detección sísmica, la Ciudad de México permanece este jueves el plano normativo casi igual que hace dos años, cuando un potente sismo acabó con la vida de 228 personas y reveló muchas irregularidades.
Las tareas de reconstrucción y reparación avanzan con lentitud y la impunidad sigue pesando sobre los responsables, según denunciaron expertos a Efe cuando se cumplen dos años del trágica efeméride.
«No hay ninguna sanción ejemplar, no hay ningún cambio de política por parte del Gobierno de Ciudad de México ni tampoco un cambio de política de los ciudadanos respecto a cómo viven su ciudad», cuenta a Efe la reportera de la unidad de Investigación Periodística de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Miriam Castillo.
En este sentido, el titular de la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, César Cravioto Romero, dijo a Efe que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México está dándole seguimiento a todas las denuncias que hubo.
Asimismo, la otra área que está viendo esto es la Contraloría de la Ciudad de México, que está revisando todo el gasto de la reconstrucción, sobre todo en 2018. Para Cravioto, hay «absoluto interés» en llegar al fondo del asunto y que los corruptos no queden impunes.
Castillo, por su parte, comenta que sí ha habido «algunas modificaciones en cuanto a medidas de protección civil» pero matiza que «si tú no eres un ciudadano que sepa que por derecho debe tener acceso a esa información, difícilmente hay una diferencia de hace dos años a ahora».
En líneas generales, «los avances son realmente pocos, salvo algunos en casos particulares», lamenta.
ANOMALÍAS DOCUMENTADAS
Muchas irregularidades se detectaron en los edificios más impactados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, que fue de magnitud 7,1 y con epicentro entre Puebla y Morelos (centro del país) dejó 369 muertos, 228 de ellos en Ciudad de México.
Es el caso del Colegio Enrique Rébsamen, en cuyas instalaciones murieron 26 personas y en el que se vinculó a proceso a su directora, quien estuvo más de un año prófuga de la justicia y era busca por homicidio y por irregularidades en la construcción de la escuela.
Castillo realizó una investigación hace un año que destapó 28 casos documentados de inmuebles que colapsaron por irregularidades como uso de materiales de baja calidad hasta documentos falsos.
El Gobierno de México denunció el miércoles distintas anomalías de la Administración anterior en la reconstrucción de viviendas, escuelas, hospitales y recintos culturales tras los sismos que azotaron el centro y sur de México en septiembre de 2017.
En el reporte de afectaciones que hizo la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018) se registraron 186.526 viviendas, 19.598 escuelas, 297 centros de salud y hospitales y 2.340 edificios históricos con daños, todo esto en más de 700 municipios con declaratoria de desastre.
Sin embargo, tras el cambio de Gobierno se detectó que el avance fue del 21 % en la viviendas reconstruidas en lugar del 29 % como lo señaló la Administración pasada.
UN SISMOLÓGICO SIN GRANDES RECURSOS
En lo relativo al Servicio Sismológico Nacional (SSN), la directora de la institución, Xyoli Pérez, cuenta a Efe que la austeridad aplicada por el nuevo Gobierno federal «sí se nota».
«Toca tomar decisiones diferentes en cuanto la administración, no es lo mismo tener 10 pesos (unos 0,52 dólares) que 9,90 pesos (unos 0,51 dólares), sí toca hacer algunos ajustes pero nunca afectando la operación», dice.
En estos momentos, el sismológico recibe información de la actividad sísmica de 64 estaciones a lo largo y ancho del país.
Además, «a esta le acompañan otras redes locales o regionales», así como datos que intercambian con Estado Unidos, Guatemala y Nicaragua, por lo que en total se reciben datos de 189 estaciones.
Sin embargo, para la especialista es poco si se compara con las cerca de 2.000 estaciones que tiene Japón o las 400 que hay en el estado de California, en Estados Unidos.
A pesar de la tragedia que supuso el sismo del 19 de septiembre -que además tuvo lugar en el mismo día que el trágico terremoto de 1985 que dejó al menos diez mil muertos- no se han tomado medidas especiales para mejorar la capacidad de captar las ondas sísmicas.
Pérez cuenta que, justo cuando sucedió, se empezaba a trabajar en la ampliación de la red de estaciones, con 38 estaciones nuevas.
Tras dos años del terremoto, el proyecto sigue, pero seleccionar los sitios y financiarlo lleva tiempo. «Estamos en ello, seleccionando los sitios donde se van a instalar», asegura.
Explica también que «tener más estaciones sí tiene implicaciones a futuro que pueden impactar en la sociedad».
«Tener más estaciones supone que tenemos más datos, que podemos hacer más estudios, hacer más análisis, los cuales van a contribuir a un mejor diseño de políticas publicas, reglamentos de construcción, etcétera», abunda la experta.
No obstante, el proyecto va lento y todavía parece ir para largo, más allá del susto que metió en el cuerpo el movimiento telúrico.
Adicionalmente, centenares de usuarios en redes sociales denunciaron que este jueves, durante el macrosimulacro, no sonaron las alertas sísmicas en muchos puntos de la capital.
Según datos del Gobierno capitalino, falló el 4 % de las cerca de 12.200 bocinas instaladas en la ciudad.
EL NUEVO GOBIERNO ASUME EL RETO
Según dice a Efe César Cravioto Romero, titular de la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, son casi 12.000 viviendas unifamiliares afectadas por el sismo y entre los planes de la alcaldesa, Claudia Sheinbaum, está cerrar el año con unas 7.000 casas intervenidas y en 2020 terminar la reparación de todas la viviendas unifamiliares.
En cuanto a los edificios, el gobierno anterior dejó 60 edificios en obra, de los poco más de 400 que fueron afectados por el sismo.
«Nosotros ya llevamos ese número a un poco más del doble, ya llevamos 140 edificios intervenidos , de los cuales 40 ya terminaron su obra. Algunos ya regresaron, otros están en los acabados interiores de sus departamentos, pero ya la obra de rehabilitación ya quedó en 40 de ellos», asegura.
Esperan terminar el año con una intervención de alrededor de 200 edificios y en 2020 iniciar las obras de los otros 200 restantes.
«La meta es que para el cuarto año del sismo ya toda la gente haya regresado a sus viviendas», zanjó el funcionario público.