México, 25 sep (EFE).- La capacitación profesional a los jóvenes se ha convertido en el gran reto de las empresas mexicanas para mejorar la preparación general en la industria y competir a nivel mundial, según coinciden varias empresarios y expertos.
«Nuestra fuerza está en la capacitación de los jóvenes. Necesitamos hacer una transferencia de conocimientos a los jóvenes, apoyarles e invertir en ellos porque resulta fundamental para el desarrollo de México», dijo a Efe Ernesto Sandoval, Director General de la empresa tecnológica Grupo Plasma Automation (GPA).
Con más de 25 años de experiencia en el ramo metalmecánico, GPA ofrece automatización de procesos, maquinados de alta precisión, corte láser y robótica para automatizar procesos productivos y la integración de sistemas robóticos en la industria.
«Somos el único integrador mexicano para Michelin y trabajamos para muchas otras empresas como Caterpillar y John Deere. En México hay industrias punteras de la Revolución Industrial 4.0 y prueba de ello es que grandes empresas nacionales y multinacionales nos confían su trabajo», afirma Sandoval.
GPA mantiene vínculos con las universidades más prestigiosas de México para detectar las habilidades de los jóvenes ingenieros mediante el proyecto de formación denominado CEFOGRUPA.
Este proyecto busca impulsar el talento, la formación y desarrollo profesional de los jóvenes, guiado por el conocimiento de los ingenieros experimentados para fomentar un semillero de ingenieros que contribuirán al crecimiento económico del país.
El nivel de cualificación de la industria mexicana 4.0 será expuesta en a primera edición de la Feria de Hannover en Latinoamérica, que se celebrara del 9 al 11 de octubre en la ciudad de León, y será la feria industrial más importante de México.
Otro de los ejemplos de proyectos de capacitación a jóvenes es el del Instituto de Educación y Desarrollo Richard E. Dauch-IECA y el grupo y American Axle & Manufacturing (AAM) han unido esfuerzos para capacitar a cerca de 4.000 jóvenes anualmente para incrementar sus competencias laborales.
Ubicado en el parque industrial FIPASI en el municipio de Silao (Guanajuato), es considerado el único en el mundo dentro de esta categoría y tiene como objetivo ofrecer la capacitación industrial.
Juan Carlos López Rodríguez, director general del instituto, afirma que «el nivel de los ingenieros mexicanos es comparable al de Rusia, pero a veces les falta alguna competencia como saber un buen inglés o manejar mucho mejor el diseño en el sector de automoción para afrontar los retos de los nuevos autos eléctricos».
IECA es un gran semillero de talento para la industria automotriz, al crear un círculo entre los jóvenes que necesitan un trabajo y la empresa que requiere de trabajadores competentes y bien formados.
Entre los cursos de capacitación que ofrece se encuentran, maquinados, ensambles, seguridad, robótica, controles, manejo de materiales, mantenimiento y soldadura.
«La educación en México es un problema estructural y hay una desconexión entre el mundo de la educación y la del trabajo que nosotros cubrimos», asegura Juan Carlos López Rodríguez.
«Hay grandes esfuerzos, pero desintegrados. Por ejemplo, en el Tecnológico de León se inscriben 5.000 ingenieros pero se graduan 2.000. Es una pérdida de recursos», agrega.
«A esos 3.000 -concluye- se les podría dirigir a un grado técnico superior que luego tienen un puesto de trabajo en empresas que necesitan precisamente esos conocimientos».