Los Ángeles, 1 ago (EFEUSA).- Manny Silva aprendió a reparar bicicletas en México y al emigrar a Estados Unidos su oficio fue la base para elaborar las «Lowrider», unas bicicletas personalizadas y con estética particular que hasta han aparecido en películas de Hollywood.
Estos vehículos con aros y pedales cromados, brillantes hierros retorcidos, colores vivos y dibujos con aerógrafo son la versión en dos y hasta tres ruedas de los autos «Lowriders», aquellos vehículos bajos y decorados con extravagancia, que fueron populares entre los méxico-estadounidenses en la década de los 60.
«La pasión y el orgullo de hacer las bicicletas ‘Lowriders’ es de primero agarrar un papel, dibujarla, y luego que vaya tomando formar en metal», dijo a Efe Silva, de 65 años, propietario del taller «Manny’s Bike Shop» en Compton, California
Originario de Ciudad Juárez, en el estado mexicano de Chihuahua, Silva aprendió a reparar bicicletas desde niño, «por la necesidad de trabajar» para ayudar con los gastos del hogar.
A los 17 años viajó a Los Ángeles a visitar parientes y consiguió un trabajo en un taller de reparación de bicicletas, para tres años luego independizarse y empezar su propio taller en 1973.
Durante una década reparó y reconstruyó bicicletas o triciclos «hasta dejarlas como nuevas», pero debido a que sus clientes que querían «resucitar» bicicletas oxidadas aumentaban decidió comenzar a construir sus propios diseños de bicis, bajo la estética «Lowriders».
Manuel Silva, el hijo de 47 años de Manny, dijo a Efe que las bicicletas diseñadas por su padre, por las que se pagan entre 500 a más de 10.000 dólares, aparecen «en varias películas de Hollywood», como «Baby Boy» (2001) con la actuación del cantante Snoop Dogg y Tyrese Gibson.
«A Snoop Dog le hemos fabricado cuatro bicicletas», reveló Manuel, quien trabaja en el taller en labores de ensamblaje, soldadura y pintura.
Otras celebridades como Little Bow wow y la cantante Selena Gómez han alquilado las bicicletas para usarlas en sus videos musicales, además, claro, de los aficionados a este tipo de bicicletas «customizadas».
Kirkland Kenner, de 67 años, es miembro del club Real Rydaz’s, una cofradía de amantes de bicicletas «Low rider» del sur de Los Ángeles, quien dijo a Efe que cada bici de los quince miembros del grupo «tiene personalidad distinta».
«Me apasioné cuando comencé a frecuentar el club y vi las bicicletas de cada uno, Miré la mía y dije: ‘Muy bien, voy a crear algo diferente'», contó a Efe Kenner, quien ha acudido a Silva para hacer realidad «su sueño de embellecer su bicicleta».
«Y así es que estoy trabajando en mi segunda bicicleta y esta será mi nuevo personaje que la he llamado Ruta 66, que es una carretera que me gusta recorrer cuando regreso a mi hogar en Carolina del Norte», indicó.
Kenner reveló que entre los clubes californianos invitados a mostrar sus vehículos en exhibiciones de bicicletas y motocicletas personalizadas, Silva es conocido como «el padrino de las ‘Lowrider'».
Manuel, el mayor de cinco hijos de Silva, relató que otra de las pasiones de su progenitor es el trabajo pastoral en una Iglesia apostólica de la ciudad de Paramount, a la que dedica tanto tiempo como a las bicicletas con las que realizó su «sueño de proveer una vida mejor que la de su infancia a su familia».
«Me siento orgulloso de mi padre que se vino sin nada y ha hecho muchas cosas, ha triunfado, pues, trabajando con sus manos, honestamente», dijo.
Manny reconoció que cuando elabora bicicletas para gente que tiene necesidades especiales siente una retribución especial.
«Es algo que siento muy adentro de mi corazón de ver que están felices los niños y la persona adulta que puede andar libremente afuera», explicó Manny sobre «la libertad» que sienten sus clientes con discapacidades a los crea un medio de transporte, a menudo de tres ruedas.
«Muchos no sabemos lo que es estar en una silla de ruedas o no poder caminar», indicó.