Jerusalén, 6 jun (EFE).- El melanoma es uno de los cánceres de piel más agresivos que hay, y en su lucha contra esta enfermedad, un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) ha creado una nueva vacuna para la prevención del desarrollo de tumores primarios y metástasis que ha resultado efectiva en ratones.
El estudio, publicado este lunes en la revista Nature Nanotechnology, partió de un enfoque innovador, al «demostrar que es posible producir una nanovacuna eficaz» a través de una nanopartícula como base, señaló la profesora Ronit Satchi-Fainaro, una de las coordinadoras de la investigación y jefe del Departamento de Fisiología y Farmacología de TAU.
«Nuestra investigación abre la puerta a un enfoque completamente nuevo, el enfoque de la vacuna, para el tratamiento efectivo del melanoma, incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad», aseguró la docente y explicó que su estudio puede suponer «una base sólida» para desarrollar «otras nanovacunas contra el cáncer».
Hasta ahora, la guerra contra las enfermedades cancerígenas ha avanzado a través de tratamientos de cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia, pero la vacunación, efectiva «contra varias enfermedades virales», aún no había surgido como una posibilidad en este campo.
Para su desarrollo, añade TAU en un comunicado, «los investigadores aprovecharon pequeñas partículas de aproximadamente 170 nanómetros de tamaño, hechas de polímero biodegradable».
Dentro de ellas introdujeron cadenas cortas de aminoácidos que se expresan en las células que contienen el melanoma, las cuales fueron inyectadas a un modelo de ratón con esta enfermedad.
«Las nanopartículas actuaron como las vacunas conocidas para las enfermedades transmitidas por virus», remarca Satchi-Fainaro, que asegura, «estimularon el sistema inmune de los ratones, y las células inmunes aprendieron a identificar y atacar a las células que contienen el melanoma».
El método «demostró tener efectos preventivos». Se inyectó en ratones sanos a los que después se les introdujo células con melanoma, pero los animales no desarrollaron este cáncer, «lo que significa que la vacuna previno la enfermedad».
También se usó para tratar tumores primarios con ratones que ya tenían el melanoma, en una combinación de la vacuna con tratamientos de inmunoterapia «que retrasó progresivamente el desarrollo de la enfermedad y extendió enormemente su vida».
Los investigadores también estudian cómo la vacunación puede servir para tratar metástasis cerebrales.