Madrid, 9 ago (EFE).- El secretario general de la Organización Internacional de la Juventud (OIJ), el mexicano Max Trejo, defiende una agenda conjunta entre los jóvenes y gobiernos para encontrar soluciones a los problemas contemporáneos en asuntos como medio ambiente y género.
«Esperamos que los jóvenes tengan una participación con incidencia, efectiva, y no decorativa, como ha sido hasta ahora», explicó Trejo en una entrevista con Efe en Madrid, donde tiene su sede la OIJ.
El próximo 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud y para conmemorarlo la OIJ lanzará la campaña #YoExijo, con la que intentará visibilizar las demandas sociales de los jóvenes en temas clave como la sostenibilidad, la igualdad, el empleo, la cultura y los derechos.
«Vivimos muchos cambios y muy veloces, con una gran transformación digital, en los que confluyen viejos problemas como la pobreza o la desigualdad con otros del siglo XXI. Y esos cambios son los que nos permiten visibilizar la importancia que tienen los jóvenes», señaló Trejo.
Según la ONU, en el mundo hay 800 millones de personas de entre 10 y 24 años, y África y América Latina son las regiones más jóvenes. En Iberoamérica el 32 % de la población tiene entre 15 y 34 años.
«Pero los jóvenes no son importantes por el número, sino por la fuerza disruptiva que representan, por la capacidad transformadora que tienen», subraya el secretario general de la OIJ.
Trejo recuerda que ante los retos del mundo actual «no fueron (por ejemplo) los políticos los que pusieron el tema del medio ambiente sobre la mesa, un asunto que incluso Estados Unidos quiere eliminar de la agenda global. Tampoco la igualdad entre hombres y mujeres viene de una agenda política, vino de las calles».
Por eso, con el talento de los jóvenes tenemos una oportunidad histórica, única, que todavía no termina de germinar porque necesitamos mayor apertura de los gobiernos, mayores retos conjuntos», reitera.
La OIJ trabaja para responder a «una nueva agenda de derechos centrada en las personas», y que visibilice explícitamente a los jóvenes más vulnerables, como los indígenas, los jóvenes rurales, con discapacidades, migrantes y refugiados.
A ellos y al resto están dirigidos los programas de la organización basados en el empoderamiento y la formación en nuevas tecnologías, además de las ayudas al emprendimiento, teniendo en cuenta sus diferentes realidades.
«En el caso de nuestra región hay una doble cara de la moneda, por un lado hay jóvenes con todas las condiciones del entorno favorables y otros que sufren cada día para cubrir sus necesidades básicas, además de los que viven en una mayor marginalidad como los indígenas o las mujeres», señala Trejo.
«Para nivelar esa desigualdad – prosigue – hay que mejorar sus condiciones, por ejemplo en el tema del desempleo, que duplica o triplica al de las personas adultas».
Según el secretario general de la OIJ, el 40% de los desempleados en la región son jóvenes, y existe una fuerte precarización laboral.
«El empleo informal entre los jóvenes es el segundo más alto en la región, y nosotros creemos que una solución para ese problema puede ser el emprendimiento. Tres de cuatro jóvenes iberoamericanos están emprendiendo por oportunidad, y eso es muy importante porque hace cinco años se emprendía más por necesidad», explica.
La apuesta global de la OIJ pasa por la elaboración de un tratado internacional de jóvenes, «una carta que ayude a los gobiernos a tener un enfoque de cómo atender y mejorar sus condiciones para puedan ser protagonistas de una transformación a todos los niveles».
Y es ese sentido la campaña #YoExijo «va a calentar el terreno», concluye Trejo.
Alida juliani/Luis Lima