Llegó a su octavo día de peregrinaciones el Quincenario en honor a la Virgen de la Asunción y arribaron con fervor al recinto catedralicio las parroquias de Nuestra Señora de los Dolores, San Miguel Arcángel (Teocaltiche), Villa Hidalgo, Mechoacanejo, Belén del Refugio, Jal., El Taray, Ags., y sus capellanías.
Los contingentes se desbordaron en agradecimiento hacia la Santa Madre por medio de cantos y oraciones hasta ser recibidos a las puertas de la Catedral por el Obispo José María de la Torre Martín, quien les abrió paso hacia el interior bendiciendo su llegada.
La homilía estuvo a cargo del padre Raúl Sosa Palos, rector de la Catedral, quien habló acerca de María, protectora de la vida, fuente de luz, de vida y de todo bien y que por su intercesión se nos ha permitido ser proclamadores del Evangelio.
“Todo el decanato antes mencionado está en esta vivencia especial pidiendo su maternal intercesión, asimismo debemos tener valores característicos basados en nuestra época como son la familia, la amistad, los bienes necesarios para el desarrollo de la sociedad, la fe y la vida, pero destaquemos principalmente el valor de la vida. Vivamos en devoción con María sin perder nunca la fe porque si tenemos fe, profesamos todos los demás valores antes mencionados. Hay que trabajar para erradicar el suicidio, fomentando el valor de la vida y el amor de Dios, confiemos en María para que nos ayude en esta transformación”.
A las 19:00 horas arribaron a la Catedral Basílica los peregrinos procedentes de las parroquias de Nuestra Señora de los Dolores (ciudad), Santo Niño de Atocha, Nuestra Señora de Lourdes (Loma Bonita), San Juan Bosque, El Santo Niño (Salto de los Salado) y sus capellanías.