María Fernanda Soto Moreno llegó a sus quince años de vida y acudió a una misa de Acción de Gracias en su honor, la cual tuvo lugar en el templo de Nuestra Señora del Rosario (La Merced).
Radiante de felicidad, la quinceañera se presentó en el sacro recinto y ocupó el reclinatorio que tenían destinado para ella.
El sacerdote habló a María Fernanda acerca de los cambios que tendrá su vida a partir de esta edad, y la instó a guiar sus pasos por el camino del bien llevando a cabo los buenos principios que sus papás siempre le han enseñado.
Cuando finalizó la ceremonia, María Fernanda se trasladó con sus allegados a conocido salón, en donde fue presentada en sociedad.