Cancún (México), 12 ago (EFE).- Uno de los muelles para cruceros con más afluencia en el mundo, ubicado en la isla de Cozumel, en el Caribe mexicano, está en planes de ampliación para recibir 50 % más pasajeros y con las nuevas obras recibiría hasta 6,5 millones de visitantes al año, lo que ha causado alarma entre ambientalistas.
La inversión para la construcción de un duque de Alba (poste de amarre) y la ampliación de la pasarela del muelle de la Terminal Internacional de Cruceros Cozumel asciende a los 56,6 millones de pesos (unos 2,9 millones de dólares) a cargo de la empresa SSA México.
Con la modernización de esta construcción, que data de 1974 y que ha tenido 12 modificaciones a través de los años, se podrá garantizar el atraque simultáneo de hasta tres cruceros de clase Radiance.
«La ampliación es necesaria, en tanto que el flujo de cruceristas en Cozumel ha aumentado y seguirá aumentando», dijo a Efe la secretaria de Turismo del estado de Quintana Roo, Marisol Venegas.
Recordó que en lo que va de este año, el flujo seguramente va a crecer por dos razones. En primer lugar, Cuba está perdiendo casi 600.000 pasajeros de cruceros en el año por las restricciones que Estados Unidos acaba de poner nuevamente.
«Estamos entrando como primera opción para esas empresas de cruceros que no van a poder atender o entrar a Cuba», añadió Venegas.
La segunda razón es similar, pero relacionada con Puerto Rico, pues aquella isla fue recientemente afectada por un huracán y los viajeros que antes optaban por visitarla ahora eligen Cozumel, apuntó la funcionaria. «Eso significa que seguiremos creciendo», manifestó.
El reto ahora es lograr que los turistas pernocten en la isla y así ayudar a mejorar la ocupación hotelera. Este año, Cozumel ha resentido una baja en la ocupación hotelera: en julio pasado (temporada alta), la ocupación fue de 68 %, lo cual es 11 % menos que en julio de 2018.
Según datos de la Secretaría de Turismo del Gobierno federal, de enero a junio de 2019 el número de cruceristas fue de 4,73 millones en todo el país, con un crecimiento de 5,7 % respecto a 2018, mientras el gasto que ejercieron fue de 324,1 millones de dólares, 7,4 % más que en mismo periodo del año anterior y un gasto promedio 68,4 dólares, 1,7 % más.
Actualmente, la Secretaría de Medio de Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) está evaluando la viabilidad del proyecto en Cozumel debido a que se tiene que resguardar el medioambiente.
De aprobarse, la isla de 478 kilómetros cuadrados podría recibir más de 6 millones de cruceristas al año, es decir, 2 millones adicionales a los que actualmente recibe, lo cual ha causado alarma entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), académicos y ambientalistas.
A decir de Brenda Hernández, subdirectora de la Conanp, encargada del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, una área protegida aledaña a la Terminal Internacional de Cruceros, las nuevas obras pueden impactar de forma negativa en la salud de los corales.
La barrera arrecifal que ahí se encuentra forma parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano, el segundo más importante del mundo, actualmente contagiado con una «rara enfermedad» que ha extinguido más de 30 % de los corales que habitan en él, al parecer a causa del aumento de la presencia de nutrientes por el vertido de aguas residuales, el llamado síndrome blanco.
En las próximas semanas, la Conanp emitirá, como parte del protocolo en un proyecto de esta envergadura, una opinión técnica.
«En nuestras opiniones técnicas estamos recomendando que no se construya o se hagan obras nuevas. ¿Por qué? Por la presencia de la enfermedad del síndrome blanco, pues es un factor de estrés el que aumenten los visitantes y todo lo que de ello deriva, en la calidad del agua, entre otros factores», dijo a Efe.
Al aumentar el número de cruceristas, indicó, también aumentará el número de visitantes al Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, el cual tiene una capacidad máxima de 2.500 visitantes, pero por la alta demanda se suele rebasar y llegar a 3.500 personas por día.
En un estudio publicado en marzo, Laura Calva Benítez, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), demostró que en el área de arrecifes aledaño al muelle se encontró una alta concentración de nutrientes, de carbono orgánico e, incluso, de hidrocarburos.
El estudio «Evaluación ambiental y de macroalgas bioindicadoras de contaminación en el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel» indica que el aumento de nutrientes provenientes de las descargas residuales urbanas, hoteles y embarcaciones «potencialmente puede provocar daños a los comunidad arrecifal».
Los corales necesitan un ambiente de pocos nutrientes para poder crecer, por lo que su aumento perjudica su desarrollo, sostiene la académica.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) Cozumel no cuenta con programas que ayuden a las empresas a tratar las aguas residuales de manera efectiva.