México, 14 ago (EFE).- La masacre de El Paso (EE.UU.) con 22 personas muertas se inspiró en el ataque a dos mezquitas de marzo pasado en Christchurch (Nueva Zelanda) y demuestra que existe un grupo de supremacistas blancos que se comunica en redes sociales, dijo este miércoles el canciller de México, Marcelo Ebrard.
«Es evidente que el acto está inspirado en Nueva Zelanda, tiene una comunicación con el fin de propagación y, al subir un manifiesto, da cuenta de que es una persona cuerda. Es terrible lo que dice, pero no está loco», apuntó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en la conferencia matutina desde el Palacio Nacional.
Esta semana se dio a conocer el manifiesto publicado minutos antes del ataque por su presunto perpetrador, Patrick Crusius, donde usa un lenguaje similar al del presidente estadounidense, Donald Trump, habla de la matanza en Nueva Zelanda y se publicó en un foro donde hay otros contenidos extremistas y violentos.
El canciller defendió este miércoles la intención de promover desde México -a través de su Fiscalía General de la República (FGR)- una denuncia por terrorismo, pues murieron ocho mexicanos en el atentado del 3 de agosto en un centro comercial en El Paso.
Ebrard explicó que este martes hubo una reunión a fin de poner a «disposición de la FGR todos los documentos, testimonios y elementos de prueba para la carpeta de investigación correspondiente».
Además, este martes se produjo un encuentro de alto nivel presidido por el fiscal general de México, Alejandro Gertz, junto con representantes de Cancillería, del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de la Embajada de Estados Unidos en México, según informaron fuentes oficiales.
El canciller defendió que la masacre en El Paso es un caso «deleznable, abominable y condenable» de terrorismo pues si bien fue cometido por una sola persona, es «parte de una red» que subió un manifiesto en un «servidor» (online) donde hay muchas otras personas conectadas.
«A esta fecha, las redes sociales son redes presenciales» y el ataque «tiene una comunicación con el fin de propagación, de propaganda», puntualizó Ebrard para sostener que el ataque forma parte de una red supremacista blanca.
Detalló que será la FGR la que determinará cuáles son los delitos y la estrategia jurídica a llevar a cabo en esta tragedia que buscó «segar vidas de mexicanas y mexicanos», y en todo el proceso coadyuvará la SRE.
El canciller puntualizó que Estados Unidos podría judicializar el caso como «terrorismo doméstico», pero ello no cambiará las intenciones de México de interponer esta denuncia por terrorismo contra el autor del crimen.
En este sentido, esperó que ambos países respeten sus convenios de cooperación en materia de justicia.
Esta inusual decisión de denunciar por terrorismo un caso fuera de sus fronteras tiene como fin buscar justicia y, sobre todo, «prevenir, disuadir, para que no se vuelvan a cometer estos eventos».
Finalmente, informó que esta semana viajarán funcionarios mexicanos a El Paso para recabar detalles del caso y consideró que Estados Unidos «se ha portado muy bien» en la atención a la tragedia y a sus contrapartes.
Anunció que, poco después del suceso, habló con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien mostró su solidaridad y consternación por los eventos.
En su turno de palabra, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se limitó a decir que los hechos «lamentables» de El Paso, Texas, fueron «desatados por el odio, que no debe prevalecer en ningún lugar del mundo».