León (México), 14 ago (EFE).- Debido a la rapidez con que avanza la tecnología y a la lentitud de los países para legislar, las propias empresas son las que deben incorporar mecanismos de autorregulación ética en sus productos y servicios, consideró este lunes en México el especialista y emprendedor Salim Ismail.
El fundador y director Ejecutivo de la Singularity University y autor del «bestseller» «Organizaciones Exponenciales» ofreció una conferencia este miércoles en el marco del Foro Go 3, en el estado mexicano de Guanajuato, centro del país, donde habló ante unos 2.000 asistentes sobre «Negocios exponenciales».
«Cuando intentas la disrupción en cualquier ambiente el sistema inmunológico te ataca y te atoras, hay una enorme tensión en todas nuestras empresas cuando tratamos de innovar», dijo, refiriéndose a los obstáculos naturales de aquellas empresas tradicionales que se resisten a dar un salto exponencial hacia la modernidad.
Lo mismo ocurre en los sistemas políticos, dijo. La democracia representativa funcionó en un principio, hace 100 años, cuando las noticias viajaban a la velocidad de un caballo. Hoy el mundo es diferente: con «Hyperloop» -ejemplificó- se está pensando enviar a personas a través de tubos a velocidades increíbles.
«Como sociedad no estamos preparados para absorber estos cambios tan rápidos; sistemas legales, políticos, sistemas de salud: todo está diseñado para un mundo de hace unos cuantos años», apuntó.
Explicó que el sistema educativo «está diseñado para preparar a las personas desde niños y dejarlos listos para el mundo laboral en 20 años, pero no sabemos cómo será el trabajo en cinco años», ejemplificó.
Desde todas las perspectivas, incluyendo la social, el reto es enorme: dejar de ver lo lineal y pensar en lo exponencial. «Todas las empresas están llenas de expertos, pero si tienen una curva exponencial no la pueden ver, el mundo está creciendo exponencialmente y nuestros negocios no», dijo.
Precisamente gracias a que algunas personas apuestan al crecimiento exponencial de la tecnología -que con el tiempo reduce aceleradamente costos y mejora procesos- surgen empresas como AirBnb, plataforma de software dedicada a la oferta de alojamientos a particulares la cual se basa en los activos de otras personas para ofrecer servicios de hospedaje.
Los gobiernos no deberían regular desde el punto de vista ético a estas empresas, precisamente por su visión lineal.
«Lo interesante es que puedes incorporar la ética dentro de los productos y servicios, a través, por ejemplo, de un sistema de evaluación en el que participan los usuarios. Cuando tienes eso no necesitas vigilancia regulatoria (del gobierno)», apuntó.
Agregó que el trabajo del gobierno debería ser generar su propio contrato con planes de pensión, salud, etcétera, evaluado por los propios ciudadanos.
La Singularity University que fundó Ismail es una institución académica con sede en Silicon Valley, que ofrece programas educativos para líderes enfocado en el desarrollo exponencial de las tecnologías para resolver los grandes desafíos de la humanidad.