México, 17 ago (EFE).- El reputado escritor y ambientalista mexicano Homero Aridjis manifestó este sábado su repudio al machismo prevalente en el país, en una nueva jornada de protestas de mujeres en Ciudad de México contra la violencia de género.
En un texto enviado a Efe con el título «La Rebelión de las Adelitas», Aridjis manifestó que «los machos mexicanos que idolatran a su mamacita y a la Virgen de Guadalupe acosan, violan, secuestran, torturan y matan a la mujer en su calidad de madre, esposa, hija y hermana. O sea: odian al vientre materno».
«El feminicidio cotidiano que se da en México en todas sus formas, a lo largo y a lo ancho del país, no solo debe detenerse, sino castigarse, porque la mayor parte de delitos contra la mujer no solo gozan de impunidad, pero ni siquiera se investigan, mucho menos se castigan. Esto es una indecencia histórica nacional», apuntó.
Indicó que «Gobiernos van y vienen, y persiste el mismo odio contra las mujeres -adultas, jóvenes y niñas-, no solo como modus operandi del crimen organizado y el desorganizado, sino también de las autoridades y de la policía».
Además, sostuvo, «por ser una costumbre aceptada es una forma taimada de complicidad y revela, por añadidura, discriminación social y racial».
«Como se decía en los años negros de los feminicidios en Ciudad Juárez: Aquí el hecho de ser mujer, pobre, joven y bonita es una sentencia de muerte. El odio contra la mujer tiene que parar», puntualizó.
El viernes, miles de mujeres pidieron justicia en una concentración en Ciudad de México por los recientes casos de violaciones por parte de policías capitalinos y causaron múltiples destrozos en una estación de transporte público y en mobiliario urbano de la capital.
La concentración, que tuvo lugar en la céntrica Glorieta de Insurgentes, se inició de manera pacífica cuando diferentes contingentes feministas leyeron manifiestos, mostraron grandes pancartas y danzaron en un círculo en contra de la violencia machista.
Los momentos de máxima tensión llegaron después de que las manifestantes decidieron salir de la plaza y marchar alrededor gritando consignas como «Abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer».
Fue entonces cuando algunas de ellas arremetieron contra los cristales de la estación de transporte público, rompiendo también las máquinas expendedoras de billetes del Metro y los carteles publicitarios.
Se dieron algunos enfrentamientos con periodistas que se encontraban grabando la escena y cuya presencia no agradó a las manifestantes, que intentaron echarlos del lugar.
Posteriormente, una parte de la concentración se dirigió a una estación de Policía, donde lanzaron objetos incandescentes, generando enfrentamientos verbales con los agentes, e impidieron el paso de los bomberos que llegaron para sofocar las llamas.
El ambiente de esta manifestación se fue caldeando desde el lunes pasado, cuando unas 300 mujeres protestaron para exigir justicia por los casos de abuso sexual por parte de policías, bajo la etiqueta #NoNosCuidanNosViolan.
Los días 10 de julio y 3 y 8 de agosto fueron reportados tres casos de violación de mujeres, una de ellas menor de edad, por parte de agentes de policía de Ciudad de México.
La marcha del lunes terminó en la sede de la Fiscalía capitalina, donde las manifestantes rompieron un vidrio, hicieron pintas y arrojaron purpurina rosa sobre el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Orta, cuando este salió a dialogar con las manifestantes.
Más tarde, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que esa protesta «no fue una manifestación, sino una provocación», lo que provocó agitación en redes sociales.
Sheinbaum volvió a calificar la protesta de este viernes de «provocación» e informó que se inició una investigación sobre «las agresiones directas a periodistas, personas y las graves afectaciones a edificios públicos».
Este sábado, decenas de mujeres protestan ante el monumento a Benito Juárez, y por ahora no se han reportado incidentes.