Viena, 24 ago (EFE).- Un melodrama de intrigas y pasiones humanas, la ópera «Luisa Miller» de Verdi, será mañana el ambiente en el que Plácido Domingo hará su primera aparición en público tras la reciente publicación de acusaciones de acoso sexual en su contra.
Domingo, de 78 años, encarnará al soldado retirado Miller, padre de Luisa, en el Festival de Salzburgo de ópera, música y teatro que cada verano se celebra en la citada ciudad austríaca, cuna de Wolfgang Amadeus Mozart.
Esta actuación del famoso tenor y barítono español ha despertado una gran expectación mediática después de que la agencia estadounidense Associated Press (AP) publicara una información, el pasado día 13, según la cual nueve mujeres habían afirmado que Domingo las sometió a acoso sexual en la década de 1980.
Los testimonios de las mujeres – ocho cantantes y una bailarina – fueron hechos de forma anónima salvo los de la ex mezzosoprano Patricia Wulf.
El mismo día, Domingo reaccionó señalando a AP que las «alegaciones» de «individuos anónimos» que cita la agencia «datan al menos de 30 años atrás» y son «profundamente preocupantes» e «inexactas».
No obstante, dijo que le resultaba «doloroso» escuchar que pudo «trastornar» o «incomodar» a alguna mujer sin que importe cuánto tiempo haga de eso y a pesar de sus «mejores intenciones».
Afirmó que «siempre» creyó que sus relaciones habían sido «consensuadas y bienvenidas», y que lamenta si «alguien» se sintió «incomodado» o «trastornado» por ellas.
«Reconozco que las normas y estándar de la actualidad son muy diferentes hoy de lo que eran en el pasado. Soy un afortunado y privilegiado por tener una carrera de más de 50 años en la ópera y mantendré los más altos estándar», dijo el cantante a AP.
Desde esa reacción, Domingo no ha vuelto a hablar en público sobre el caso y una gran discreción rodeaba esta semana los ensayos para «Luisa Miller» en Salzburgo, en los que ha participado junto al resto del elenco de la obra y los músicos.
Fuentes del Festival dijeron a Efe que esperan una función «normal», que tendrá lugar «tal y como estaba planeada».
La ópera será representada en versión concertante en el Grosses Festspielhaus, una de las principales sedes del certamen, donde la función se volverá a presentar el próximo día 31.
En el concierto, dirigido por James Conlon, actuarán también Roberto Tagliavini, Piotr Beczala, Yilia Matochkina, Nino Machaidze, Cecilia Molinario y John Relyea.
El Festival de Salzburgo, con el que Domingo tiene un estrecho vínculo de más de cuatro décadas, fue el primero en respaldar al legendario tenor, hoy barítono, al anunciar que mantenía sus actuaciones programadas.
«Conozco a Plácido Domingo desde hace más de 25 años. Desde el principio me ha impresionado, junto a su capacidad artística, sus modos respetuosos con todos los trabajadores y trabajadoras del Festival», señaló la presidenta del certamen, Helga Rabl-Stadler en un comunicado enviado a Efe.
Rabl-Stadler, jurista de formación, explicó que para ella vale el principio de «in dubio pro reo» («en caso de duda, a favor del acusado», en latín), es decir, el de la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario.
Posturas similares adoptaron luego otros escenarios de Europa, donde hasta el momento no se ha cancelado ninguna de las actuaciones de versátil artista -también es director de orquesta, productor y compositor- programadas para este año y el próximo.
Por el contrario, en Estados Unidos la Orquesta de Filadelfia y la Ópera de San Francisco cancelaron los conciertos que iba a ofrecer el 18 de septiembre y el 6 de octubre, respectivamente.
La Ópera de los Ángeles, que Domingo dirige desde 2003, anunció una investigación, mientras que la Metropolitana de Nueva York decidió mantener sin cambios su programa en los próximos meses aunque aguarda los resultados de la investigación.
Tras la actuación de mañana y antes de regresar a Salzburgo el próximo sábado, Domingo es esperado el miércoles en la ciudad de Szeged, en el sur de Hungría, donde ofrecerá un recital con la soprano puertorriqueña Ana María Martínez, una de los muchos artistas -hombres y mujeres- que han salido en su defensa.
Domingo es la última estrella de la música clásica en sumarse a la lista de señalados por el movimiento #MeToo -que comenzó en 2017 en la industria del cine-, después de los casos de grandes maestros como James Levine, Charles Dutoit o Daniele Gatti.
Por Wanda Rudich