México, 26 ago (EFE).- Unos 25,4 millones de estudiantes de educación básica comenzaron el nuevo ciclo este lunes con la novedad de ser el primero que arranca bajo el mandato del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ya impulsó una nueva reforma educativa y algunas medidas que han suscitado polémica.
La nueva reforma del mandatario, que tumbó la de su antecesor, Enrique Peña Nieto (2012-2018), eliminó la evaluación periódica a los maestros como condición para seguir ejerciendo, algo a lo que se suma un ligero retraso a la hora de entregar los libros de texto y la implementación del uniforme neutro en los colegios de la capital.
Durante un acto celebrado en la Secundaria Técnica número 63 Melchor Ocampo, el mandatario izquierdista buscó disipar críticas contra algunas de sus medidas, poniendo el foco en que «este año se otorgarán más de 10 millones de becas para estudiantes de todos los niveles de escolaridad», algo que, aseguró, es inédito en México.
Esto supone una inversión del Gobierno de alrededor de 60.000 millones de pesos (unos 3.025 millones de dólares) para impulsar la educación pública, uno de los sectores que urge fortalecer dado a los bajos recursos de muchos estudiantes.
Es precisamente en la capital donde hace unos meses se presentó el llamado uniforme neutro, una medida que provocó críticas entre padres y sectores conservadores de la sociedad mexicana.
La medida, anunciada en junio, otorga la posibilidad de que los niños y niñas puedan elegir si usan pantalón o falda independientemente de su sexo.
El presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Leonardo García, dijo a Efe que existe el riesgo de que se utilice el tema de la perspectiva del género -citando al uniforme neutro- para adoctrinar a los niños con un modelo que es empujado por un grupo social.
Además, consideró que este nuevo ciclo escolar se inicia con un «panorama poco alentador» por la falta de una ley general de educación, la falta de criterios educativos y la llamada «cartilla moral», un documento elaborado por el Gobierno que enumera buenas formas de comportamiento y ha recibido críticas.
Respecto a la reforma educativa, García explicó que esta señalaba adecuaciones a la Ley de Educación, pero el Congreso quiere elaborar una nueva, «lo que puede derivar en un conflicto jurídico».
Asimismo, destacó el hecho de que al comenzar las clases, hay maestros que no conocen los criterios que deberán desarrollar en función de las nuevas leyes secundarias en las que está basado el nuevo modelo educativo.
Este lunes, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, informó en conferencia de prensa que la entrega de esos libros de texto registra un avance del 96 %, incluso en zonas indígenas, luego de varios contratiempos que dificultaron un oportuno reparto, y también suscitaron críticas.
Y agregó que los libros que no se han entregado no están dentro de los planes y programas de estudio de las primeras semanas por lo que no afecta el desempeño escolar.
Asimismo, desglosó que en este ciclo habrá 284.946 alumnos de educación inicial; 4,77 millones en preescolar; 13,9 millones en primaria y 6,4 millones en secundaria.
Otro tema que ha suscitado polémica es el de la llamada «cartilla moral», un documento que pretende enseñar buenas prácticas a los mexicanos para evitar que incurran en actos como la delincuencia.
No obstante, cuando se presentó hace unos meses se acusó de adoctrinamiento al Gobierno.
El titular de la SEP anunció hace unos días que todos los maestros tendrán una copia de la cartilla para que pueda servirles «como material de apoyo para las clases de ética y civismo».
César Martínez, un padre de familia de la capital, dijo a Efe este lunes que los niños deben ir a la escuela para «obtener técnicas de aprendizaje», no para «no para aprender a tener respeto o ciertos principios».
«No creo que la escuela sea para eso», aseguró. Esos valores, a su juicio, les corresponde a los padres inculcarlos en casa cada día.
«Pensamos que los metemos en la escuela (a los niños) para que los eduquen dentro de la escuela y eso es un grave error, los niños deben de venir educados de su casa», consideró.
Sobre la eliminación de la evaluación a los maestros -que López Obrador siempre ha tachado de «punitiva»- comentó que «el avance ha sido bueno», pues «los maestros están ahora un poco más animados, más atentos».
Con todo, México tiene el reto de mejorar su educación para mantener su posición de potencia mundial. Así lo reflejan habitualmente informes del sector educativo como los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que sitúan a México a la cola, por ejemplo, en cuanto a calidad de la educación superior o sobre el número de universitarios.