Veracruz (México), 28 ago (EFE).- Un comando de elite de 120 agentes de diversos cuerpos militares y policiales se movilizaron este miércoles para identificar y detener a los autores de la masacre que dejó 26 muertos y 11 heridos en Veracruz.
Los efectivos de la Secretaría de Marina, Ejército, Guardia Nacional y secretaría de Seguridad Pública estatal se desplegaron en el puerto de Coatzacoalcos, donde en la noche del martes se produjo el ataque con armas de fuego en el interior de un local para adultos.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal aseguraron que se trata de un grupo especial altamente capacitado en operaciones especiales para la búsqueda y localización de criminales de alto riesgo.
Además de las tareas de inteligencia que realizarán en el puerto de carga y petrolero de Coatzacoalcos, llevarán a cabo misiones de vigilancia y retenes para garantizar la seguridad y buscar la captura de los responsables.
Desde el pasado mes de abril han sido movilizados en el estado de Veracruz 1.059 miembros de la Guardia Nacional para combatir la violencia de los grupos criminales y de narcotráfico que se disputan el control del estado.
La movilización de la Guardia Nacional en Veracruz se produjo tras la matanza de 13 personas, entre ellos un bebé de un año, en un salón de fiestas del municipio petrolero de Minatitlán, zona cerca a Coatzacoalos, donde se produjo la última masacre.
Según los servicios de inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano, los cárteles de los Zetas, Jalisco Nueva Generación y del Golfo están enfrentados por el control territorial en la distribución de drogas y otras actividades criminales.
Se disputan las rutas de transporte de drogas y de paso de migrantes, el cobro de derecho de piso (extorsión a negocios) y la industria del secuestro en una región de alta producción agropecuaria, petrolera y con uno de los puertos de carga más importantes del país.
La región sur de Veracruz, que incluye los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Las Choapas, entre otros, constituye uno de los principales focos de violencia relacionada con el crimen organizado.
La gestión de los tres gobiernos estatales de Veracruz de los últimos 15 años, el de Fidel Herrera Beltrán (2004-2010), Javier Duarte de Ochoa (2010-2016), ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de Miguel Ángel Yunes Linares (2017-2018) del PAN, la principal promesa fue bajar los índices delictivos.
Con la llegada al poder en diciembre de 2018 del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, del Partido Morena, prometió disminuir en un periodo de dos años los altos niveles de violencia.
El gobernador García Jiménez prometió este miércoles que no quedará impune el crimen de 26 personas muertas en un bar nocturno atacado con armas de fuego y con bombas «molotov».
En su cuenta de Twitter, el gobernador afirmó: «así como en Minatitlán dimos con los responsables, el artero crimen de hace unos momentos en Coatzacoalcos no quedará impune. En Veracruz no se toleran ya a los grupos delictivos».
El bar nocturno «El caballo blanco» fue atacado primero con ráfagas de metralletas por individuos que dispararon de forma indiscriminada para después lanzar bombas «molotov».
«El caballo blanco» es un popular bar nocturno situado en la localidad de Coatzacoalcos ubicado en la calle Román Martín en la colonia Palma Sola y a la hora de la masacre estaba repleto de gente.
Este nuevo acto de violencia se produce cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador está preparando su discurso de gobierno el próximo domingo con una gestión en materia de seguridad muy criticada porque en lo que va de año se han vuelto a alcanzar cifras récord de violencia.
Veracruz y el estado de Tamaulipas, en el norte del país, son dos de los estados mas violentos por la lucha entre sí de los carteles de narcotraficantes.