Veracruz (México), 31 ago (EFE).- La cifra de muertos por el ataque del crimen organizado en un club nocturno en el oriental estado mexicano de Veracruz ascendió este sábado a 30 después del fallecimiento de un trabajador del establecimiento.
Fuentes de la Secretaría de Salud de Veracruz reportaron que la madrugada de hoy falleció un joven de 19 años en el hospital regional del puerto de Coatzacoalcos, población donde ocurrió la matanza el pasado martes.
La víctima fue identificada como Carlos Eduardo Montiel, empleado del club nocturno Caballo Blanco, quien había sufrido quemaduras de tercer grado en gran parte de su cuerpo.
En el ataque fallecieron 23 personas y siete más han perecido en distintos hospitales de Coatzacoalcos y Veracruz.
Fueron al menos diez sujetos quienes ingresaron al club nocturno haciéndose pasar por funcionarios que realizarían una inspección y una vez adentro ordenaron a los clientes y empleados que se tiraran al suelo.
A los pocos segundos, ingresaron otros individuos con galones de gasolina, rociaron el líquido inflamable por todo el establecimiento y prendieron fuego.
De acuerdo con la policía municipal de Coatzacoalcos, los atacantes -quienes viajaban en un vehículo gris y un taxi- comenzaron a disparar al aire cuando la gente intentaba salir corriendo del lugar.
El ataque fue atribuido a integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación que extorsionan a los dueños de los establecimientos nocturnos de la zona con el llamado derecho de piso.
Se trata de uno de los ataques más mortíferos que se han registrado en la región petrolera de Veracruz, sumida en una espiral de violencia en la última década por disputas de carteles de la droga.
Fue en abril del presente año, donde un ataque a un salón de fiestas dejó trece personas muertas, entre ellas un bebé de un año, en el municipio de Minatitlán, cerca del puerto de Coatzacoalcos.
En Veracruz, según áreas de inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano, los carteles de los Zetas, Jalisco Nueva Generación y del Golfo están enfrentados por el control territorial.
Se disputan las rutas de transporte de drogas y de paso de migrantes, el cobro de derecho de piso y el secuestro en una entidad de alta producción agropecuaria, petrolera y con uno de los puertos de carga más importantes del país.
En los primeros siete meses de 2019 se registraron 20.135 homicidios en México, el peor dato desde que hay recuentos.