Pekín, 1 jul (EFE).- El secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, comenzó hoy una visita oficial a China con un encuentro empresarial bilateral previo a la reunión que mantendrá este martes con su homólogo chino, Wang Yi, para tratar de aumentar las exportaciones a China y atraer inversiones de ese país.
En el encuentro de este lunes, al que asistieron cincuenta empresarios chinos y mexicanos, se trataron casos de éxito y nuevas oportunidades de negocio, revelaron a Efe fuentes diplomáticas.
Según datos de la Embajada mexicana, el comercio bilateral totalizó 90.700 millones de dólares en 2018, convirtiendo a China en el segundo socio comercial de México, tras Estados Unidos.
Entre los casos exitosos, la misión diplomática mexicana destaca al Grupo Bimbo, con fuerte presencia en China, y a la tecnológica china Hisense, que tiene su mayor planta en Ciudad Juárez, y que en 2015 compró otra en Tijuana para exportar a Canadá, Estados Unidos y al resto de Latinoamérica.
El canciller mexicano mantuvo hoy un encuentro con el vicepresidente de China, Wang Qishan, quien afirmó que ambas naciones deben «profundizar su confianza política mutua, intercambiar la experiencia de gobierno y reforzar la cooperación pragmática».
Según la agencia oficial Xinhua, Ebrard mostró «admiración» por el desarrollo de China y expresó la voluntad de México de mejorar en cooperación y de hacer «avanzar la asociación estratégica integral México-China».
El político del país americano había anticipado antes de su gira asiática -también participó en la cumbre del G20 en Japón- que durante su estancia tratará de acelerar el acceso a China de más productos mexicanos, tanto agroalimentarios como manufacturas.
Asimismo, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Julián Ventura, comentó ayer a la prensa local que México desea atraer de China, bajo «reglas claras y de plena transparencia», inversión productiva en manufactura avanzada, movilidad eléctrica y convencional, comercio electrónico, servicios en línea y logística.
En agosto de 2018, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO, por sus iniciales), reiteró que la balanza comercial con China es «desfavorable», y reclamó «reducirla lo más que se pueda».
Pero, en opinión del hispanista Xu Shicheng, investigador del Instituto de América Latina, anexo a la Academia de Ciencias Sociales de China, las relaciones con China «mejorarán» con AMLO respecto a sus predecesores.
«En Osaka, Ebrard se encontró unos minutos con el presidente chino, Xi Jinping, lo que da fe del buen momento de las relaciones. Xi ya quiso invitar a AMLO para que asistiera al Foro de las Nuevas Rutas de la Seda -celebrado en abril en Pekín-, pero AMLO había prometido no viajar al exterior durante su primer año de Gobierno. Estoy seguro de que visitará China muy pronto», indica.
Xu cree posible que Xi haga una parada en México durante el viaje que tiene previsto a Chile y Brasil el próximo noviembre.
El experto valora que las inversiones chinas en México son escasas si se comparan con las que reciben Chile, Venezuela o Ecuador, «aunque están creciendo, especialmente en minería, energía y la industria automotriz».
Otros obstáculos son la falta de un Tratado de Libre Comercio China-México o el acuerdo comercial con EE.UU. y Canadá (T-MEC), hasta ahora solo ratificado por México, que, según el hispanista, podría frenar los negocios chinos en la región.
«Este tratado se une al reciente pacto migratorio entre México y Estados Unidos. México importa de China muchas piezas para montar automóviles que luego exporta a Estados Unidos. Sin embargo, el nuevo tratado exige un porcentaje mayor de productos de origen de los tres países. Eso afectaría a China», señala.
México tampoco se ha suscrito de manera formal a la iniciativa china de las Rutas de la Seda, aunque «hay ya en marcha muchos proyectos que podrían clasificarle dentro del marco de cooperación del proyecto», según Xu, quien cree que la adhesión podría oficializarse cuando ambos presidentes se reúnan.
«AMLO no tiene miedo de la presión del presidente estadounidense, Donald Trump, respecto a su posición sobre Venezuela. Así que ¿por qué iba a tener miedo de firmar un acuerdo comercial de cooperación con China bajo el paraguas de esta iniciativa?», argumenta Xu.
Jesús Centeno