México, 3 jul (EFE).- México ha emprendido una cruzada contra los plásticos de un solo uso con la capital del país como punta de lanza y con más de una decena de estados que le siguen en busca de alternativas.
La crisis que representa la gestión de miles de toneladas de plásticos de un solo uso en suelos (rellenos sanitarios) y aguas, además de su lenta degradación, obliga a los Gobiernos estatales a legislar sobre este problema y a las industrias a replantear su modelo de negocio.
De enero de 2018 a mayo de 2019, los estados de Baja California, Chihuahua, Sonora, Durango, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México han modificado sus legislaciones para prohibir o regular el uso de bolsas de plástico, popotes (pajillas) o artículos de unicel (espuma de poliestireno).
Con estas regulaciones se busca evitar el daño a los ecosistemas, a la biodiversidad y a la salud humana, aunque en algunos casos no son aplicadas.
Según cifras de distintas organizaciones, en México cada familia en promedio desecha 650 bolsas de plástico al año, cuyo tiempo útil se ha estimado en 15 minutos, mientras que para su degradación se necesitan, como mínimo, 100 años.
El 9 de mayo la Asamblea Legislativa de Ciudad de México reformó la Ley de Residuos Sólidos, por lo que a partir de diciembre de 2020 quedará prohibida la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor, salvo que sean compostables, es decir, que puedan biodegradarse fácilmente.
De esta medida quedaron excluidas las bolsas que son necesarias por razones de higiene o que previenen el desperdicio de alimentos, siempre y cuando no existan alternativas.
Asimismo, a partir del 1 de enero de 2021 también estará prohibida la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, y charolas para alimentos fabricados total o parcialmente de plástico y se desechan después de un solo uso.
Para el presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico, Aldimir Torres, dicha prohibición «es una salida y no una solución» ya que «no se establecen mecanismos de reciclaje».
«Como autoridades tienen la obligación de generar un marco adecuado para tener un buen manejo de residuos sólidos», dijo el dirigente a Efe.
Aseguró que la asociación «entiende que hay un problema a nivel de bolsas, popotes (pajitas o pitillos), botellas y otros productos» y que se «está atacando».
Por ello pidió coordinación entre autoridades e industria «porque no basta con un esfuerzo aislado».
Recordó que los productos de un solo uso representaron en 2018 alrededor de 47 % del total del volumen de la industria del plástico. Tomando en cuenta los más de un millón de empleos asociados a la industria, se puede hablar que unos 470.000 empleos están en riesgo, añadió.
Expuso que la estrategia de la asociación es migrar a una economía circular y cumplir con el manejo integral de plásticos aplicando la regla tres R (reducir, reusar y reciclar). «Además de otras dos: rediseñar y repensar el modelo económico y las formas de negocio».
Para Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace México, se privilegia el reciclaje como una única solución al problema, en vez de reducir la cantidad de residuos que se generan.
«Esa es la clave porque reducir los desechos nos ayuda a que cada vez menos de ellos terminen en la basura», declaró a Efe.
«Actualmente vivimos una crisis de contaminación por plástico debido a este modelo cultural que tenemos en que todo se usa y se desecha rápidamente, que ha traído consigo que una propiedad muy noble y buena de un material como es el plástico, duradero y flexible, se haya convertido en un problema», afirmó.
Destacó que la industria «tiene una mayor responsabilidad que los consumidores» porque es la que decide cómo vende sus productos y es la que debe «innovar y generar nuevas formas para entregarlos».
Diversas organizaciones conmemoran este 3 de julio el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico.
Los activistas del Día Sin Bolsas de Plástico sugieren a los consumidores reutilizarlas al máximo y proponen, entre otras medidas, sustituirlas con las de papel, tela o fibras naturales.
También plantean utilizar carritos de mandado, confeccionar o tejer bolsas para transporte de mercancías y reutilizar las bolsas del mandado para recolectar la basura y las pequeñas bolsas de alimentos para recoger las heces de las mascotas.