Matamoros (México), 3 jul (EFE).- La trágica muerte de un padre y su hija salvadoreños al intentar cruzar el río Bravo en el municipio mexicano de Matamoros, en el nororiental estado de Tamaulipas, ha frenado el intento de los migrantes de cruzar a Estados Unidos por este punto, según constató Efe.
El director de la Casa del Migrante de Matamoros, Tamaulipas, Juan Sierra Vargas, dijo a Efe que la muerte de Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su hija Valeria, de tan solo 2 años, ha desincentivado el paso por esta frontera natural, con abundante agua en esta época del año.
De esta manera, continuó Sierra Vargas, ahora los migrantes esperan que las autoridades estadounidenses a que los llamen para verificar su documentación correspondiente para la petición de asilo.
«Esta tragedia les ha hecho recapacitar y evitar ir al río, incluso ahorita que está más peligroso porque lleva mucha corriente de agua. Porque esta pérdida lamentable dio la vuelta al mundo y ellos ahora prefieren esperar a poner en riesgo la vida de sus familiares y de ellos mismos», expresó.
En el lugar en que fueron encontrados los cadáveres, se recuerda a los fallecidos con veladoras.
En estos momentos, en Matamoros, fronteriza con Brownsville (Texas), hay mas de 1.000 migrantes provenientes de diversos países, que se encuentran en espera de poder realizar su solicitud de asilo político.
Muchas de estas personas han comenzado a buscar empleos temporales en la localidad para poder contar con recursos económicos y así sustentar sus gastos, y acuden a la casa del migrante para recibir alimentación y un lugar donde dormir.
Además del padre y la hija de El Salvador, a finales de junio fallecieron también ahogados, del lado estadounidense, una mujer con tres niños de Guatemala.
Desde mediados de octubre pasado miles de migrantes -en su mayoría centroamericanos- cruzan México con el objetivo llegar a Estados Unidos. Muchos de ellos en caravana para mayor seguridad.
A raíz de este éxodo, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció a finales de mayo la imposición de aranceles a todos los productos mexicanos como castigo por no frenar la migración.
Pero el 7 de junio se llegó a un acuerdo ‘in extremis’ para evitar los aranceles que se ha traducido en el despliegue de miles de agentes -más de 20.000- de las fuerzas mexicanas y la nueva Guardia Nacional en la frontera sur y norte para controlar el fenómeno migratorio.
Desde hace días la Guardia Nacional comenzó a actuar en zonas fronterizas debido a este acuerdo.
No obstante, ello no ha frenado a los migrantes en su afán por llegar a Estados Unidos, y centenares de ellos han sido recientemente localizados hacinados dentro de camiones.