Pamplona.- La presencia estelar en dos tardes del diestro peruano Roca Rey marca los carteles de las corridas de la feria taurina de San Fermín que comienza mañana en Pamplona, en los que la Casa de Misericordia, como organizadora de los festejos, ha logrado un buen equilibrio entre toreros jóvenes y veteranos.
Pero el juego más equitativo de la contratación siempre llega por la vía ganadera, sin olvidar que, desde hace ya sesenta años, cuando fue bautizada como "Feria del Toro", el gran protagonista de los Sanfermines es siempre ese animal totémico que da sentido a la fiesta en las calles y en el ruedo.
Para este año, la MECA ha vuelto a comprar corridas de los hierros que vienen siendo habituales en los carteles durante los últimos años y que representan un buen muestrario de la variedad de encastes de la cabaña de bravo española, con la única novedad, esta vez, de la ganadería gaditana de La Pamosilla, que lidiará sus reses el sábado 13 de julio.
Desde hace ya unos días, en los corrales del Gas esperan el encierro los toros de Puerto de San Lorenzo, Cebada Gago, José
Escolar y Jandilla, que junto a los de los cuatro lotes restantes -Victoriano del Río, Núñez del Cuvillo, La Palmosilla y, por supuesto, Miura- componen un elenco ganadero que cumple con el común denominador exigido en Pamplona: volumen y pitones.
Los toros más aparatosos de cada cercado son los que viajan cada año a la capital de Navarra para sustentar, desde el amanecer hasta el atardecer, ocho días frenéticos en los que también los tendidos de su ya casi centenaria plaza Monumental se convierten, a las seis y media de la tarde, en el epicentro de la fiesta y de la Fiesta.
Por cierto que la plaza, diseñada en 1920 por el arquitecto Francisco Urcola a semejanza de la entonces flamante Monumental de Sevilla, presentará estos sanfermines una remozado aspecto en su vistosa Puerta Principal, que ha sido restaurada concienzudamente.
Esta es la única obra de importancia, además de las obligadas por las nuevas normativas de seguridad, a la que ha sido sometido el coso desde que en 1966 Rafael Moneo se encargara de ampliar sus andanadas para llegar a ese aforo de casi 20.000 espectadores que se cubre, inevitablemente, cada tarde de corrida.
Pero, sin duda, los días de mayor tirón taquillero serán los de las figuras, entre las que destaca la presencia de Roca Rey las tardes del día 10 -con Diego Urdiales, Sebastián Castella y toros de Jandilla- y del día 12 -junto a Miguel Ángel Perera y Cayetano, ante toros de Núñez del Cuvillo- para hacerlas fechas señaladas de la feria.
También estará, una tarde como todos los demás, el madrileño Julián López "El Juli", que desde que debutará en 2000 solo ha faltado una vez, en 2017, a la cita de los Sanfermines en todo lo que va de siglo XXI.
En esa mezcla de juventud y veteranía, destaca igualmente el debut del sevillano Pablo Aguado, que es la gran sensación de esta temporada, como es notable asímismo la presencia de toreros cuajados como Emilio de Justo, Rubén Pinar, Fernando Robleño o Manuel Escribano, capacitados para brillar con los toros de las divisas más duras de la feria.
Además, estos Sanfermines vuelven a dejar lugar al orgullo local, con el anuncio, para mañana viernes, de los novillos navarros del Pincha, de dos rejoneadores de la tierra -Roberto Armendáriz y, por supuesto, el emblemático Hermoso de Mendoza- y un nuevo matador, Javier Marín, que toma el relevo de Sergio Sánchez y Francisco Marco, que pusieron la nota regional en los últimos 25 años.
Con las únicas ausencias, voluntarias, de Morante de la Puebla y José María Manzanares, y de Paco Ureña y David de Miranda, por desacuerdos contractuales, todo está a punto en Pamplona para que mañana viernes den comienzo diez apasionantes días de toros y fiesta, con la reaparición en el palco, el día 7 como es norma, de Enrique Maya como nuevo alcalde de Pamplona.