México, 10 jul (EFE).- Estados Unidos invertirá unos 800 millones de dólares en el sector privado del sur de México a través de la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (Opic) a fin de crear empleo y desarrollar la región más pobre del país, informó este miércoles el Gobierno mexicano.
A través de un acto llevado a cabo en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el canciller, Marcelo Ebrard, anunció que se planean invertir unos 800 millones de dólares, dando continuidad al anuncio de diciembre pasado.
De acuerdo con un boletín de Cancillería, con la Opic se firmaron dos cartas de interés relativas al financiamiento de dos proyectos en el sur de México, «sujetos al exitoso término del amplio proceso de revisión de la agencia».
La primera carta, por 250 millones, generaría una inversión por 150 millones de dólares adicional para la construcción de una planta de licuefacción de gas natural.
La segunda carta, por 240 millones de dólares, detonaría una inversión adicional de 80 millones de dólares para la creación de una planta de energía eólica en la región.
Además, se extenderá financiación por 52 millones de dólares para micro, pequeñas y medianas empresas en el sur de México, y con ello se espera una inversión adicional por 28 millones de dólares, totalizando 80 millones de dólares.
«En total, esto representaría una inversión de 800 millones de dólares para el desarrollo del sur del país, prioridad de esta administración. Esta inversión es el primer resultado de una serie de acciones de colaboración para el desarrollo entre ambos países», indicó el canciller.
El 18 de diciembre de 2018, el gobierno de México y el de Estados Unidos acordaron en una declaración conjunta una serie de apoyos económicos para encauzar la migración.
A través de la Corporación de Inversión Privada en el Exterior (Opic), la agencia de financiación para el desarrollo del Gobierno estadounidense, en ese entonces se anunció la inversión de 4.800 millones de dólares en el país, 2.000 de ellos destinados a proyectos en el sur de México.
De esta manera, Ebrard y el titular de la Opic, Ryan Brenna, firmaron este martes las cartas de intención que darían el pistoletazo de salida a las inversiones.
«Esto nos alienta para seguir adelante», manifestó Ebrard, quien después recordó que «México está cumpliendo los compromisos que hizo».
Entre ellos, la inversión en los países centroamericanos como El Salvador, Guatemala y Honduras, desde hace meses en el centro de todas las miradas por la crisis migratoria.
«Ya lo estamos haciendo en El Salvador. Y la inversión de México este año en esos tres países va a ser la más importante que hemos hecho nunca», aseveró.
La inversión que planea México en estos países es, en un fase inicial, de alrededor de 100 millones de dólares.
Para El Salvador ya se anunció la inversión de unos 30 millones de dólares luego de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, se reuniesen recientemente en Tapachula, suroriental estado de Chiapas.
Desde octubre de 2018, miles de migrantes procedentes de estos países atraviesan México buscando llegar a Estados Unidos, la mayoría de ellos en caravanas.
Pero desde el pasado 7 de junio, México se comprometió con el Gobierno estadounidense a frenar el flujo migratorio.
De no hacerlo, Estados Unidos impondría aranceles a productos mexicanos, una maniobra que, con toda probabilidad, podría derivar en una guerra comercial entre ambos países.
Desde entonces, México ha intensificado esfuerzos aumentando las deportaciones y militarizando las fronteras del país, y prácticamente a diario el Gobierno informa de la detención de migrantes centroamericanos.
La firma de este miércoles se entiende como un paso paralelo en el combate a la migración, dado que tanto el sur de México como los países centroamericanos sufren de graves problemas de pobreza que obliga a sus habitantes a probar suerte lejos de casa.
El objetivo es conseguir que se invierta en «el sur de México y en los tres estados, Guatemala, El Salvador y Honduras para acelerar el crecimiento económico y tener mejores oportunidades a las personas que viven ahí».
Con este compromiso entre ambos países se da continuidad a las reuniones iniciadas en diciembre del año pasado, cuando se empezó a dar formar a este plan.
Ebrard aprovechó para señalar que «muchas personas en diciembre y enero dijeron que esto no iba a pasar, que no iban a haber inversiones».
Y agregó que para México esto «significa que el Gobierno de Estados Unidos está tomando en serio este compromiso». EFE
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