México, 12 jul (EFE).- Mexicanos deportados de Estados Unidos pidieron este viernes frente a la e mbajada de este país en Ciudad de México el cierre de los centros de detención de migrantes en los que, aseguraron, los mantienen retenidos en pésimas condiciones.
En una concentración en la que se participaron alrededor de un centenar de representantes de asociaciones civiles y del Partido Demócrata de Estados Unidos en el extranjero, solicitaron, además, que se cumplan los derechos humanos de los mexicanos que residen en EE.UU.
«Lo que se está haciendo (en estos centros) es ilegal, no se puede tener a personas migrantes en esas condiciones», declaró la vicepresidenta de los Demócratas en Ciudad de México, Lori Diane Smith, en entrevista con Efe.
Durante la protesta, en la que los asistentes pronunciaron consignas como «Derechos humanos para nuestros hermanos» o «No más jaulas, los niños a las aulas», también recordaron a los migrantes centroamericanos que transitan México con destino final Estados Unidos, quienes sufren duras circunstancias en el camino y en muchos casos son deportados a sus países de origen.
Varios de los presentes aseguraron que el trato que están recibiendo tanto mexicanos como centroamericanos tiene fines electorales, ya que el actual presidente Donald Trump puede ser reelegido en las elecciones de 2020.
La activista Alexandra Rodríguez, representante de Otros Dreamers en Acción y ELA para translatinas, reclamó en entrevista con Efe los derechos humanos de quienes «están siendo criminalizados por buscar un futuro mejor».
«Para mí es importante estar aquí protestando contra estas políticas antimigrantes tanto por parte del Gobierno de Estados Unidos como el mexicano, que ahora también está persiguiendo a migrantes centroaericanos que van en ruta hacia el norte», añadió Rodríguez.
Desde octubre de 2018, miles de migrantes centroamericanos huyen de sus países y atraviesan México en busca del sueño americano.
La migración se debe especialmente a la violencia y pobreza que se vive en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Asimismo, la crisis climática hizo estragos en el llamado Corredor Seco de Centroamérica, afectando la continuidad de las cosechas y generando hambre y desempleo.
A los 2,8 millones de migrantes llegaron sin papeles a EE.UU. cuando eran menores, se les conoce como «dreamers» (soñadores).
Actualmente 11 millones de indocumentados viven en Estados Unidos con el riesgo de ser deportados por las políticas antimigratorias de Trump, quien ya consiguió llegar a un acuerdo con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador desde el que ha habido refuerzo de los controles fronterizos y un auge sustancial de las deportaciones.