México, 14 jul (EFE).- Además de conquistador, Hernán Cortés fue también el primer cronista, escritor e historiador de la Nueva España. Y aunque descubrió esos oficios de manera accidental con sus Cartas de relación, fue el precursor de esas prácticas, contó a Efe el experto español Ángel Delgado Gómez.
Escritas entre 1519 y 1526, el especialista apuntó que las cinco misivas de Cortés al emperador Carlos V, son largos informes oficiales en las que el conquistador ofrece una «precisa descripción» de las tierras conquistadas y de sus habitantes además de sucesos sociales, políticos y militares.
«Cortés es cronista, escritor e historiador accidentalmente. Ni se proponía ser cronista, ni se consideraba escritor, de ninguna manera», relató Delgado Gómez en entrevista con Efe en su más reciente visita a la Ciudad de México.
Señaló que las cartas están escritas con un estilo «personal, directo, concreto y en diversos tiempos, lugares y situaciones», pero por lo que destacaron es por «la complejidad y la enorme riqueza de datos que hay en esos documentos».
El especialista en Literatura Hispanoamericana Colonial, particularmente en el ámbito de las relaciones y crónicas del descubrimiento y conquista de México, señaló que esa «obra» se hace famosa porque en ese primer momento porque «no hay otra cosa en Europa y es la información que ha llegado de México», apuntó.
Dijo que Cortés (1485-1547) apuntó en esas cartas «información esencial» y en esa época, en Europa, había un enorme interés por las culturas del Nuevo Mundo.
Recordó que para Europa, el Nuevo Mundo «eran apenas unas islas caribeñas exóticas, de culturas primitivas, donde no había grandes civilizaciones», pero con las relaciones de Cortés descubrieron mucho más.
La llegada de Cortés a México y su encuentro con los pueblos originarios «es un fenómeno en la historia que nunca ha ocurrido y nunca volverá a ocurrir», apuntó.
«Cortés entiende lo que está pasando en México, sabe que hay un gran imperio, que tiene también enemigos, que se sienten vulnerables y oprimidos, él entiende está situación política y la aprovecha a su favor», dijo el experto.
En general, las crónicas que se escribieron en los siglos XVI y XVII «integran un abanico de visiones».
Incluso desde lo que puede ser «la visión más oficialista o españolista» para entenderla de alguna manera, la del propio Cortés o las de cronistas como Francisco López de Gómara y Bernal Díaz del Castillo.
En 1522, tras el fin de la conquista, Cortés es nombrado gobernador de la Nueva España y siete años después vuelve a España, aunque en sus anhelos estaba regresar a lo que hoy es México.
Sobre las Cartas de relación, Delgado Gómez recordó que las primeras cuatro «son escritas durante el periodo de la conquista y el primer año del asentamiento de la Nueva España» y son una especie de historia o relato.
Pero no es una obra histórica porque esta «se escribe cuando han pasado los hechos y se ven con perspectiva histórica», indicó.
Precisó que cuando Cortés escribe la primera y la segunda carta todavía no hay propiamente la conquista. Y los textos eran de semejante «riqueza» que enseguida se comprende el valor del texto y empieza a publicarse.
«Es la primera vez en toda Europa, en toda la historia, que se descubre una cultura desconocida (…) hay descripciones muy exactas, concretas y muy ricas», opina el especialista.
Fue el alemán Jacobo Cromberger quien imprimió la segunda relación y la llamó Carta de relación, nombre que se generalizó.
Esa impresión ocurrió justo después de la caída de Tenochtitlán- capital del imperio mexica y hoy parte de la Ciudad de México- en agosto de 1521 y se publicó en Sevilla (España).
Recordó que la descripción del mercado de Tlatelolco «se hace mítica en toda Europa» sobre todo por las descripciones que hace Cortés como que la plaza de Tlatelolco ‘es como tres o cuatro veces la de Plaza de Salamanca'».
Las cartas «son un golpe de efecto tremendo para toda Europa y sobre todo la segunda porque es la que les abre los ojos y en síntesis dice: ‘no tienen ni idea de lo que hemos encontrado aquí».
En ella, Cortés relata el encuentro con una cultura, un imperio y otros pueblos. Y culmina diciendo, «esto es otro mundo y es increíble», apuntó Delgado Gómez.
Precisó que ese descubrimiento no es solo atractivo por el oro ni la comida «sino por el nivel de civilización» porque relata todo lo que ve en lo que será México: «Tienen carreteras, palacios e industria».
El especialista de la Universidad de Notre Dame consideró que el efecto que tiene esa segunda carta de relación es impresionante.
Tanto, que para 1550 la segunda y la tercera relación de Cortés se habían traducido al latín, al francés, al alemán y al italiano.
«Es decir, Cortés se hace un ‘bestseller’ y un fenómeno cultural porque se puede apreciar que tiene una enorme capacidad descriptiva y resulta indudable que es muy buen escritor», finalizó Delgado Gómez.