México, 15 jul (EFE).- A Gisel Guadarrama le brillan los ojos mientras habla. Ese brillo, jura, nunca se le acabó, ni siquiera cuando 15 días después de haber tenido a su único hijo le amputaron una pierna para salvarle la vida debido a un osteosarcoma que padecía desde los 17 años.
«Tenía 21 años, pero llevaba mucho tiempo con una bolita en el pie que me dolía. Había pasado por muchos doctores y no tenía un diagnóstico, hasta ese día, dos semanas después de haber tenido a mi hijo», cuenta este lunes a Efe la mujer, que busca concienciar sobre el estigma y la discriminación que todavía padecen los sobrevivientes de cáncer.
Como ella, en México se tienen registrados a unos 4.000 supervivientes de esta enfermedad mayores de 18 años.
Aunque la cifra sería mayor, porque se estima que de los 190.000 casos nuevos que se presentan en México, 60 % sobreviven.
Sin embargo, superar la enfermedad es apenas el primer paso, ya que de acuerdo con Gisel, el mayor reto viene cuando tienen que enfrentar su reinserción a la sociedad.
«La primera vez que me subí al transporte público terminé llorando. La gente solo miraba la pierna que ya no tenía, me veían hasta con miedo, muchos todavía piensan que es una enfermedad que se contagia», rememora.
Pero Gisel acepta que eso, en lugar de desanimarla, la impulsó a seguir adelante con sus sueños: terminó su carrera como abogada y ahora trabaja como representante legal a nivel nacional de una constructora, mientras que su hijo acaba de cumplir 11 años.
Para la doctora Laura Suchil, jefa del departamento de vinculación institucional del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), apoyar a los supervivientes en esta etapa es fundamental.
Y es que, de acuerdo con el registro que tiene el INCan, los sobrevivientes han reportado que 50 % de ellos han sufrido discriminación y 60 % han sido estigmatizados.
Además de que al menos seis de cada diez sufren por el temor a sufrir una recaída, otros padecen ansiedad y depresión y algunos más tienen complicaciones en su desempeño sexual.
«Nuestra idea es que esta población, cada vez más creciente, no solo se cure, sino que tenga una vida saludable y se reincorpore a sus actividades», afirma Suchil.
El doctor Ángel Herrera, director médico ejecutivo del INCan, asegura que actualmente, la esperanza de vida de las personas que viven con cáncer es mayor que hace unos 20 años, en parte porque existen más y mejores herramientas para detección y también tratamientos más innovadores.
Explica que, por ejemplo, hace dos décadas, las probabilidades de sobrevivir de una persona con cáncer de mama eran del 20 %, mientras que ahora es del 98 % si se detecta en etapas tempranas.
«Se ha tornado en una enfermedad crónica», asevera.
Mientras que en otros cánceres como el de piel, «prácticamente el 100 % de quienes lo padecen sobreviven, mientras que con el de testículo la tasa es de 95 %, de tiroides y linfomas es de 90 %».
No obstante, el especialista coincide en que el superviviente enfrenta retos para atender el mejor tratamiento posible y reincorporarse a la sociedad.
Ante este panorama, el INCan realizará el próximo 26 de julio la sexta Reunión de Supervivientes de Cáncer 2019 con el lema «Ponte la capa y alza la voz» que espera a unos 1.000 asistentes entre pacientes, especialistas y voceros de diversas asociaciones.
«Lo que queremos es dar voz a los pacientes, que compartan cómo es la enfermedad, además de hacer conciencia en la sociedad sobre esta enfermedad y sus secuelas», asegura Suchil.
El cáncer es la tercera causa de muerte en México y cada año se estiman 190.600 casos nuevos.
El doctor Herrera indicó que la población debe hacer consciencia sobre esta enfermedad pues al menos 50 % de los cánceres son prevenibles.
«Existen tres ejes para lograr eso: buena alimentación, ejercicio y revisión continua. Tenemos que hacer los ajustes necesarios para evitar que esta enfermedad afecte nuestras vidas», concluye.