México, 16 jul (EFE).- El muralismo mexicano también fue capaz de integrar a exiliados republicanos españoles como Josep Renau, del que este martes se presentó en Ciudad de México una exposición en la que se valora tanto su labor como la vinculación que tuvo con David Alfaro Siqueiros, uno de los mayores exponentes de esta corriente.
Bajo el nombre «Renau y el muralismo en el exilio: diálogos con Siqueiros», la Sala de Arte Público Proyecto Siqueiros acoge esta muestra, que permanecerá abierta entre el 18 de julio y el 6 de octubre.
En la misma se aborda la labor del artista valenciano (1907-1982) tanto durante su estancia en Alemania como en su permanencia en México, debida al exilio que sufrió tras la Guerra Civil española (1936-1939) del que este año se conmemora el 80 aniversario.
La muestra se compone de unas 100 piezas que hablan sobre el proceso de trabajo de varios de sus murales, además de su relación con Siqueiros (1896-1974).
De esta forma, el visitante podrá contemplar fotografías, documentos, pinturas y gráfica, así como proyecciones animadas de los murales elegidos.
Incluso, en la exposición hay algunos materiales inéditos, como la serie de fotografías en la que se retrata la visita de Siqueiros realizó al estudio del creador español en Berlín.
El acervo de la muestra procede de diversos archivos, como el de la Fundación Josep Renau -depositado en el Instituto Valenciano de Arte Moderno-, el perteneciente al sobrino del creador o el resguardado en la Sala de Arte Público Proyecto Siqueiros, entre otros.
«Renau y el muralismo en el exilio: diálogos con Siqueiros» se estructura en tres núcleos. En el primero se incluye material fotográfico producido por Renau, en el que sistematizaba la «composición geométrica y dinámica espacial» del mural «Retrato de la Burguesía».
En este primer espacio, además, se pueden apreciar recursos hemerográficos y otras fotografías adicionales, en las que se expone la influencia del fotomontaje en el mencionado mural.
El segundo núcleo muestra bocetos y fotomontajes del proyecto mural «La electrificación de México acabará con la miseria del pueblo», que finalmente no se realizó.
Y en el tercer núcleo aparecen bocetos, fotografías y documentos sobre la obra «España hacia América».
Asimismo, existe una suerte de epílogo de la muestra, en el que se hace referencia a los murales que el mencionado autor realizó durante su estancia en Berlín.
Un recorrido en el que, además, se da cuenta de la influencia de Siqueiros en el trabajo de Renau, así como de la aportación de este último en la concepción mural del mexicano.
De hecho, el discurso de la muestra se basa en el manual «Cómo se pinta un mural», realizado por David Alfaro Siqueiros en 1951.
«He tomado como eje principal los 13 puntos que escribió Siqueiros de cómo se pinta un mural. Y desde ahí parto para contar la historia de la producción mural de Renau en México», explicó a Efe Paola Uribe, curadora de la muestra.
Este proceso de curaduría se ha realizado en coordinación con los herederos de Renau. «Gran parte de la obra expuesta ha procedido de los acervos que tenemos en México la familia», aseguró a Efe el sobrino del artista, Carlos Renau.
«La obra de Josep es extraordinaria, capital. Sin ella no podríamos dar una continuidad a la historia que se vivió en México en la primera y en la segunda mitad del siglo XX», describió a Efe el sobrino del creador.
Además, durante la presentación de «Renau y el muralismo en el exilio: diálogos con Siqueiros» se dio a conocer una segunda muestra, que también abrirá sus puertas entre el 18 de julio y el 6 de octubre en el mismo espacio.
Recibe el nombre de «¿Qué escucho cuando escucho el discurrir del tiempo?» y se trata de una producción del artista mexicano Rodrigo Hernández, en la que se pueden distinguir murales, pintura y escultura.
A través de estas obras, el mencionado creador pretende desarticular la idea del tiempo como un fenómeno lineal. Para ello, se enfoca en su aspecto relativo y abstracto.
La exposición de Hernández también abarca la fachada de la Sala de Arte Público Proyecto Siqueiros, que utiliza como soporte de un ejercicio visual tipo mural, vinculado con el resto de la instalación en el Cubo de la Sala