Llena de alegría llegó al templo del Señor del Encino Mónica Servin González para agradecer a Dios por permitirle cumplir un año más de vida y así convertirse en quinceañera.
La misa dio comienzo a las seis de la tarde, cuando el sacerdote recibió a la festejada y la invitó a tomar su lugar para que escuchara con atención el emotivo mensaje que le dirigió, y finalmente bendecirla para que saliera del templo y siguiera celebrando su cumpleaños.
Por su parte, los papás de Mónica le organizaron una fiesta en la que estuvieron invitados sus amigos y familiares más cercanos para que compartieran con ella agradables momentos en un día tan especial.