México, 20 jul (EFE).- Evitar la concentración del personal médico, además de mejorar sus condiciones laborales y ampliar la infraestructura para otorgar más plazas podrían ser opciones para mejorar la atención en salud, dijeron a Efe especialistas.
«Se trata de un asunto que no solo tienen que ver con recursos humanos, sino con equipamiento, insumos para que sea un servicio resolutivo, que cada persona tenga servicios de salud de calidad», afirmó a Efe Thania de la Garza, directora de evaluación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó esta semana durante su conferencia matutina que México tenía un déficit de profesionales médicos, ya que solo hay 270.600 médicos generales, cuando debería haber 393.600 de acuerdo con la norma internacional.
De acuerdo con el Estudio Diagnóstico del Derecho a la Salud 2018, realizado por el Coneval, la proporción de médicos en México por cada 1.000 habitantes fue de 2,4, mientras que en los países de la OCDE se situó en 3,4 por cada 1.000.
De la Garza señaló que aunque es cierto que falta personal médico especializado, el problema en realidad es que los doctores trabajan en las grandes ciudades, principalmente porque no tienen las condiciones necesarias para trabajar en regiones alejadas.
Explicó que, por ejemplo, en Chiapas existen 0,4 médicos por cada 1.000 habitantes, mientras que en la Ciudad de México esta proporción es de casi dos.
Al respecto, el doctor Álvaro de Lachica, miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Noroeste, aseguró que esta centralización de los médicos se debe en gran medida a que quienes atienden a pacientes en regiones alejadas son los médicos pasantes.
«A ellos se les daba una ayuda económica de 3.600 pesos (188 dólares) mensuales, este año les han reducido ese monto a la mitad», aseveró.
Ambos especialistas coinciden que en México se debe fortalecer el primer nivel de salud, pues es ahí donde llega primero el paciente y, por ende, se requieren más médicos generales.
«Debería pensarse en la calidad de la formación del médico, pero generando incentivos para la distribución territorial. Habría que generar incentivos económicos y de otro tipo para que el personal quiera ir a lugares aislados», aseveró De la Garza.
Sin embargo, para esto, es necesario que se aumente el gasto en salud ya que, de acuerdo con el estudio de Coneval, México fue el tercer país entre los miembros de la OCDE con menor gasto en salud en 2016, pues solo gastó el 5,8 % contra el 9 % del PIB promedio.
«No hay manera de que podamos atender a más gente si no tenemos recursos», advirtió la especialista.
De Lachica insistió en que en México no hacen falta médicos formados, sino plazas y recursos para contratarlos en el sistema de salud, por lo que la idea de López Obrador de incrementar las matrículas en las escuelas de medicina no es la solución.
«Actualmente tenemos 133.000 estudiantes de médicina en diferentes semestres y cada año, las escuelas de medicina gradúan a 16.000 médicos, sin embargo, cuando salen no tienen donde trabajar, porque el sistema de salud no da para tanto», aseveró.
Explicó que existen especialistas que dedican más de 10 años en su preparación pero no cuentan con una plaza base ni tienen condiciones laborales dignas.
De la Garza dijo que el sistema de salud mexicano tiene retos pendientes como mejorar los servicios de salud, centrar la atención en el paciente y cambiar de una visión curativa a una preventiva.
Finalmente, expresó que es indispensable que se fortalezca la rectoría de la Secretaría de Salud a nivel general, con el fin de que se homologuen los paquetes de atención.
«Las condiciones son desiguales pues dependen del sistema de seguridad social de cada persona. Esperemos que con el nuevo Instituto de Bienestar se busque atención similar, pero siempre centrada en el paciente», concluyó.