México, 23 jul (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó este martes que la reciente remoción del titular del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, se haya debido a un castigo por criticar el plan de austeridad del Gobierno.
«No fue eso, no somos injustos. Simplemente terminó su ciclo», dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina, y señaló que Hernández, que dejó el cargo el lunes, llevaba 13 años como secretario ejecutivo del organismo que mide la pobreza en el país.
Indicó que la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, le planteó que ya era tiempo de que se dieran cambios en el Coneval.
Añadió que la decisión de cesar al funcionario se dio hace un más de un mes, antes de que Hernández hiciera pública su queja por los recortes presupuestales ordenados por el Gobierno, que a su parecer le quitan al Coneval «herramientas para seguir su labor en el futuro».
Por otro lado, el presidente dijo que ha dado la instrucción de que «todo lo que sea delito se denuncie, sea quien sea» el responsable, en respuesta a la pregunta de un periodista sobre el reporte de un diario sobre presuntas denuncias contra el líder del poderoso sindicato de trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamps.
López Obrador dijo no estar al tanto sobre las denuncias, pero se comprometió a informar de ello el miércoles. «Lo que sí les puedo decir es que ya no se permiten privilegios», añadió.
De acuerdo con el diario Reforma, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda presentó denuncias ante la Fiscalía General de la República contra Romero Deschamps y seis de sus familiares por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Al hablar del tema de salud, dijo que el Gobierno privilegia el enfoque preventivo, ya que «no solo es más humano; es más barato».
«En enfermedades crónicas, si hay buena alimentación, si se promueve el deporte, se logran ahorros porque significa prevenir enfermedades como diabetes, hipertensión, que son las causas de mortalidad de más contundencia en México», argumentó.
Refirió que actualmente se está desarrollando una campaña contra las adicciones, «que ya me urge que se lleve a cabo porque duele mucho saber cómo desgraciadamente aumenta el consumo de droga, y esto es terrible».
«Tenemos que frenar el consumo. Una manera de hacerlo es la campaña con todos los medios. Hoy no hay nada en la radio, en la televisión parta orientar a los jóvenes. Lo que hay es esta vida ficticia que proyectan en las series de televisión», expuso.
Después de asegurar que no va a promover la censura contra esos programas en los que aparecen «hasta presidentes, diálogos de gente bien vestida con representantes de la delincuencia», afirmó que existe «otra realidad, la de los jóvenes que en poco tiempo se vuelven adictos».
Reportó que hoy en día hay opciones para los jóvenes y que ya hay 700.000 de ellos trabajando en el programa «Jóvenes construyendo el futuro», y otros 300.000 con becas para estudiar en universidades.
«Estamos hablando de un millón de jóvenes atendidos, y estamos trabajando para la atención a los jóvenes en la prevención», ahondó.
Sobre su propia salud, dijo estar «muy bien, al cien». Recordó que sufrió un infarto cardiaco en 2013 del que salió bien librado. «Por eso me interesa mucho, entre otras enfermedades, que puedan salvarse vidas de quienes padecen infartos», sostuvo.
Reveló que de los 17 hospitales rurales que ha visitado, solo en dos hay equipo y medicinas para atender infartos.
«Si no tienen ese equipo y medicina, (los pacientes) no duran, no alcanzan a llegar, porque donde hay atención en promedio está a cuatro horas. Yo tuve la suerte de que me dio el infarto en la Ciudad de México a 15 minutos de un hospital», manifestó.
Finalmente, dijo que se encuentra «consagrado» a la causa de transformar al país. «Mi angustia es el tiempo, porque no me voy a reelegir, por cuestión de principios», expuso.