Tapachula (México), 24 jul (EFE).- Los vecinos de la ciudad mexicana de Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, protestaron este miércoles para exigir la reubicación de un edificio de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Los habitantes inconformes extendieron una lona de seis metros a la salida de este organismo -que se encarga de tramitar y analizar las solicitudes de refugio de migrantes- pidiendo que esta oficina cambie de lugar.
La representante de los vecinos, Verónica Ortiz, señaló que entregaron un oficio a la delegada de la Comar en el estado de Chiapas, Alma Delia Cruz, en el que exponen su descontento.
Los vecinos alegaron que los migrantes que acuden a realizar este trámite han causado molestias en el vecindario.
«No estamos en contra de sus procesos migratorios pero exigimos el respeto a nuestros derechos», se podía leer en una manta extendida por cinco convecinos.
Los afectados indicaron que, con la presencia de migrantes ha aumentado la delincuencia, la basura -platos, vasos, botellas, pañales y restos de comida- y, por ende, han empeorado las condiciones de salubridad.
«Los migrantes hacen sus necesidades fisiológicas en la vía pública sin importar la hora, se dedican a consumir bebidas embriagadoras, estupefacientes y realizar relaciones sexuales impidiendo el libre acceso a nuestras viviendas», dijo la portavoz.
Otra de las quejas fue que los migrantes utilizan los portones y ventanas de tendederos de ropa y, cuando se les invita a no hacerlo, reaccionan de manera violenta.
En un documento que se entregó al personal de la Comar se le solicita al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y al titular de la Comar en México, Andrés Ramírez Silva, que tomen en cuenta la petición de los vecinos.
La presencia de migrantes se ha incrementado en México desde octubre de 2018 cuando miles de centroamericanos ingresaban al país en caravanas para llegar a Estados Unidos.
La situación empezó a cambiar en junio de 2019, cuando Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo para que este último país frenara el flujo migratorio.
Para ello, se envió a las fronteras norte y sur a la Guardia Nacional -un nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el Ejecutivo- y se contrató a más personal migratorio.
El Gobierno mexicano informó este lunes que ha bajado en 36,2 % el número de migrantes que llegan a Estados Unidos desde México desde que ambos países llegaron a un acuerdo, algo que da al país un nuevo respiro ante la presión de Washington.