Madrid, 26 jul (EFE).- «Impresionante», «un golpe del destino», una «alegría» y «la recompensa al esfuerzo». Todo eso ha sido el debut anoche en el festival de Bayreuth (Alemania) del tenor Jorge Rodríguez-Norton, tercer español que en sus 143 años de historia canta en el mítico escenario, que ha abierto su 108 edición con «Tannhauser».
«El montaje es muy peculiar pero a la mayoría de la gente le gustó mucho. Está muy, muy trabajado y el director artístico -Tobías Kratzer- se lo traía muy masticado de casa», ha explicado este viernes a EFE, vía telefónica, el tenor asturiano.
Kratzer ha elegido «el plano terrenal» para su versión de la obra de Wagner: «es muy transgresora, con muchas proyecciones de vídeo que muestran todo el tiempo dos visiones, lo que está sucediendo en escena y lo que ocurre detrás. Es teatro dentro del teatro», detalla Rodríguez-Norton.
Su personaje, Heinrich ser Schreiber, canta en el primer y segundo acto siempre acompañado de otros tres cantantes, con números tan largos como un concertante de más de cien páginas.
Para los intérpretes, dice, el montaje de Krautzer es «cómodo» porque el escenario «esta muy bien definido» y están cerca de la boca del escenario «todo el tiempo», «eso sin contar que es el teatro con mejor acústica del mundo».
«Cantar aquí es una responsabilidad pero también una alegría, una recompensa a tantos años que llevo dedicándome a este mundo -debutó en 2009 con «El manojo de rosas-. Anoche sentí algo impresionante. Es un sitio con tanta historia, tan importante… y estoy aquí por un golpe del destino», recuerda.
«Hola. Soy Katharina Wagner. Contacta con mi secretaria para un trabajo en Bayreuth», le escribió en facebook la bisnieta del compositor al tenor.
La directora del festival había escuchado en el estreno, en noviembre de 2017, al asturiano cantando en el Liceo «Tristan und Isolde» y al día siguiente decidió escribirle: «al principio pensé que era una broma pero cuando en el teatro me dijeron que les había comentado que le había gustado, le escribí y firmamos el contrato», rememora.
Wagner, directora de Bayreuth, le dijo anoche, tras el estreno de «Tannhauser» y en la «maravillosa» cena de Estado a la que asistió «todo el mundo», incluida la canciller Angela Merkel, que le había gustado mucho su interpretación y le insistió en que cuenta con él para que repita, con este mismo título, al año que viene.
Fernández-Norton, que prefiere guardar «el misterio» de su edad, se ha convertido con su papel de en «Tannhauser» en el tercer español que canta en el mítico escenario, detrás de Victoria de los Ángeles, que lo hizo en 1961 como Elisabeth también en «Tannhauser», y Plácido Domingo, en 1995 con «Parsifal».
Cuando termine en Bayreuth, a finales de agosto, volverá al Teatro de la Zarzuela, donde estuvo hasta junio representando la «polémica» «Doña Francisquita».
«Es verdad que provocó cierto rifirrafe entre el público que no aceptaba los cambios que había hecho Lluis Pasqual de las partes habladas pero a mí me parece muy bien que haya debate; el teatro tiene que estar vivo», zanja.
Por Concha Barrigós