México, 26 jul (EFE).- La investigación del caso de los dos israelíes asesinado esta semana en un centro comercial de Ciudad de México avanzó con el hallazgo del coche en el que huyeron dos de los involucrados en el crimen, informó este viernes la procuradora de la capital, Ernestina Godoy.
En un mensaje a medios, la titular de la Procuraduría General de Justicia de la capital precisó que durante la madrugada del viernes encontraron el Nissan Versa de color azul en el que escaparon los cómplices de Esperanza «N», única detenida hasta ahora del asesinato del miércoles, el cual implica a al menos cuatro personas.
La nacionalidad de los asesinados hace más complejo el caso, pues tanto Alon Azulay, de 41 años, y Benjamín Yeshurun, de 44 años, contaban con antecedentes criminales en Israel y en México, según informó la Embajada de Israel.
Por ello, la PGJ capitalina vinculó este jueves el caso a la mafia israelí en México y a organizaciones criminales que operan en la capital.
Medios locales apuntan directamente al poderoso Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cual contrató a Esperanza «N» para perpetrar el asesinato.
El mismo jueves por la noche, el exsubsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), Gabriel Regino, quien detuvo a Benjamin Yeshurun en 2005, aseguró que este era un criminal de alto nivel que había recibido instrucción del Mossad, la agencia de inteligencia, espionaje y contraterrorismo de Israel.
En una entrevista con el diario Milenio, Regino recordó que interrogó a Yeshurun cuando las autoridades capitalinas se disponían a entregarlo a las autoridades israelitas.
El también abogado mencionó que en ese entonces el hoy extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) pidió el apoyo de las autoridades capitalinas para capturar al criminal israelí, quien supuestamente llegó en 2005 a México y se dedicó a extorsionar a familias judías mexicanas.
Además, Regino confirmó la información de que contaba con antecedentes criminales relacionados con homicidios en su país.
Este viernes, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno federal, Alfonso Durazo, dijo que los israelíes asesinados en el centro comercial Plaza Artz -al sur de la ciudad- tienen vínculos con organizaciones criminales mexicanas.
Con ellas mantienen que tienen disputas por el control territorial y, principalmente, por lavado de dinero.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, también se manifestó este viernes ante el caso indicando que «no es preocupante», pero que se está investigando con contundencia.
Indicó que hay un trabajo conjunto de cooperación con la embajada de Israel, pero no hay «intervencionismo» de fuerzas israelíes en el país.
A medida que avanzan las investigaciones, siguen apareciendo nuevas claves que podrían ayudar a resolver el caso.
En un inicio se pensó que se trataba de un crimen pasional por las declaraciones que dio uno de los autores materiales, la detenida identificada como Esperanza «N», el miércoles.
No obstante, en interrogatorios posteriores la mujer dio a conocer otra narrativa distinta de los hechos en los que participó.
Además de Esperanza «N», una grabación del centro comercial muestra cómo dos personas amenazan con armas de fuego de alto calibre a policías auxiliares en una de las entradas del recinto.
Tras herir a uno de ellos, los delincuentes huyeron en un vehículo, el que fue encontrado este viernes. EFE
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