A sus primeros quince años llegó Tania Guadalupe Hernández Ortiz, quien lo celebró en grande con una fiesta que sus papás y padrinos le organizaron, luego de que acudiera a dar gracias a Dios por un año más de vida.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo en el templo del Señor del Encino cuando la festejada arribó al recinto en punto de las siete de la noche para ser recibida por el sacerdote, quien más tarde le dio emotivas palabras.
Finalmente, Tania Guadalupe fue bendecida y al salir del templo se trasladó al salón de fiestas donde continuó celebrando su cumpleaños a lo grande, rodeada de sus seres queridos.