Washington, 10 jun (EFEUSA).- Varios activistas consideraron hoy que el pacto migratorio alcanzado el pasado viernes entre la Administración del presidente Donald Trump y el Gobierno de México «conducirá a más muertes» de migrantes que pretenden llegar a suelo estadounidense.
Ambos gobiernos alcanzaron un acuerdo con el que Washington devolverá a su vecino a todos los inmigrantes solicitantes de asilo que crucen la frontera común de forma irregular, a cambio de suspender la amenaza de aranceles a los productos mexicanos que tenían que entrar en vigor hoy.
«Este pacto conducirá a más muertes: morirán más personas en las ciudades fronterizas y llevará a otras a manos de traficantes y coyotes», dijo la directora de derechos de los migrantes de la Comisión de Mujeres Refugiadas, Michelle Brané.
«No solo en nuestra frontera común, sino también en el linde entre México y Guatemala», agregó en una conferencia telefónica con periodistas.
Brané y otros activistas, como Kerri Talbot, del grupo Centro de Inmigración (IH, en sus siglas en inglés) y el director ejecutivo de America’s Voice, Frank Sharry, señalaron que México «no es un tercer país seguro» para los miles de migrantes que tratan de arribar al país.
«México no es un tercer país seguro en muchas zonas; no es un lugar seguro para que las familias esperen hasta que sus audiencias ocurran. Hay reportes habituales de niños y mujeres migrantes secuestrados y violados en esos lugares», relató Talbot.
Por su parte, Sharry criticó que el Gobierno de Trump «ha creado una crisis humanitaria en la frontera en lugar de resolver y abordar los problemas» del linde sur del país.
«Este acuerdo con México solo creará más caos y problemas», zanjó el activista.
El acuerdo, detallado en una declaración conjunta de los dos Gobiernos, contempla que EE.UU. envíe de regreso a México a todos los solicitantes de asilo, un colectivo que conforma el grueso de la actual oleada migratoria.
Asimismo, México anunció que su Gobierno enviará 6.000 efectivos de su Guardia Nacional al sur de su territorio y la frontera con Guatemala.
Este es, de hecho, el segundo pilar del acuerdo alcanzado el pasado viernes, con el que México se comprometió a adoptar «medidas sin precedentes para (…) frenar la inmigración irregular», así como «medidas contundentes para desmantelar las organizaciones de tráfico de personas y sus redes ilícitas de finanzas y de transporte».
Para que ese plan funcione, México quiere que EE.UU. invierta 4.800 millones de dólares.