México, 12 jun (EFE).- Los defensores de derechos humanos Cristóbal Sánchez e Irineo Mujica, que apoyaron la caravana migrantes centroamericanos, fueron liberados en las últimas horas en México luego de que un juez no hallara pruebas para vincularlos a un proceso por tráfico de personas, si bien sigue la investigación.
La ONG a la que están relacionados, Pueblo Sin Fronteras, aseguró en un comunicado este miércoles que ambos estuvieron más de diez horas ofreciendo su testimonio a las autoridades en Tapachula, en el sureño estado de Chiapas, y expresaron su «preocupación profunda» por que el juez no haya cerrado totalmente las investigaciones.
«El juez dejó abierto y hasta parecía estar animando al Ministerio Público a seguir sus investigaciones contra Cristóbal, a pesar que haber reconocido la falta total de evidencias en su contra», detallaron.
«Aunque celebramos su libertad, lo hacemos con los corazones doloridos, en medio de una campaña amplia atacando a migrantes y los defensores quienes les acompañaron en toda la región», añadió la ONG.
Mujica, un dirigente de Pueblo Sin Fronteras y una figura muy visible cuando se inició el fenómeno de las caravanas de centroamericanos en octubre de 2018, fue detenido el 6 de junio en Sonora, en el noroeste de México, donde llevaba un tiempo residiendo.
Mientras que Sánchez, defensor de los derechos de los migrantes, fue interceptado el mismo día cuando salía de su casa en la Ciudad de México.
El arresto de ambos, activistas desde hace más de una década, tuvo que ver, según el director de la organización, Alex Mensing, con un mensaje de advertencia que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador quiere trasladar a la población mexicana como reacción a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump.
«No es casualidad que venga justo después de que Estados Unidos amenazara a México con aranceles. Está claro que López Obrador está aceptando la política migrante de Trump y está dispuesto a amedrentar a sus ciudadanos», explicó la semana pasada a Efe.
El presidente Trump había dado hasta el 10 de junio para negociar antes de la entrada en vigor de los primeros aranceles que afectarían a la totalidad de las importaciones procedentes de México.
Finalmente, el viernes 7 de junio, se llegó a un acuerdo migratorio que aplazó la decisión del jefe de la Casa Blanca.
Ahora México tiene 45 días para demostrar la viabilidad de su plan migratorio, o de lo contrario podría reactivarse la amenaza de aranceles.
Desde mediados de octubre, el número de migrantes que cruza México para llegar a Estados Unidos ha crecido exponencialmente.
Principalmente, por el fenómeno de las caravanas -con miles de personas en su mayoría centroamericanas- que viajan en grupo por motivos de seguridad y para hacer más presión frente a las autoridades migratorias.