Aguascalientes.- Con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se conmemoró ayer, el INEGI reveló que cuando menos a 3.2 millones de niños y niñas mexicanos (11% de ese sector) se les “robo” su infancia debido a que realizan o se les obliga a desarrollar actividades económicas no permitidas o quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.
En el Módulo de Trabajo Infantil (MTI) 2017, se estima que 2.3 millones de niños y niñas menores de 17 años se encuentran ocupados en actividades económicas y de éstos, 2.1 millones laboran en trabajos no permitidos, mientras que de los niños ocupados que no cumplen la edad mínima para trabajar, 17.9% no asisten a la escuela, situación que se presenta en 55.1% de los que están en trabajo peligroso.
De esta manera, se tiene que entre los menores de entre 5 y 17 años de edad la tasa de ocupación es del 11.0%: 13.6% para los varones y 8.4% en mujeres, de acuerdo al reporte especial que emitió el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
La información del MTI también permite estimar que 2.3 millones de infantes se encuentran ocupados en actividades económicas, lo que representa una tasa del 7.9%, lo que significa una reducción constante en los últimos ocho años dado que en 2007 la tasa fue de 12.6% de la población de 5 a 17 años; esto es, una disminución de 4.7 puntos porcentuales.
El trabajo infantil es un fenómeno predominantemente masculino, toda vez que de los 2.3 millones de menores ocupados en una actividad económica, 1.6 millones son niños, con una tasa de ocupación de 10.8%, en tanto que el monto de niñas ocupadas asciende a 697 mil con una tasa de 4.8 por ciento.
La legislación laboral que rige en el país define como trabajo no permitido aquel realizado por menores de 15 años de edad (edad mínima requerida para laborar), y las ocupaciones clasificadas como peligrosas o insalubres, ya sea que por las condiciones físicas, químicas o biológicas del medio en que se presta, por la composición de la materia prima que se realiza, o bien, por realizarse en horario prolongado o nocturno que representan situaciones en riesgo y pueden afectar el desarrollo y la salud física y mental de los menores de edad.