México.- Un juez federal ordenó este jueves someter a proceso a tres militares empleados de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) como sospechosos de colaborar con grupos criminales en el robo de hidrocarburos, informó la Fiscalía General de la República (FGR).
La institución indicó en un boletín que un juez de control con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, dictó el auto de vinculación a proceso contra José Carlos Sánchez, detenido en Cadereyta, estado de Nuevo León; Oziel Aldana, arrestado en Ciudad de México, y Ramón Márquez, aprehendido en Tampico, Tamaulipas.
La FGR indicó que tras su arresto el viernes pasado, el juez calificó de legal la detención y, con base en los "datos de prueba concluyentes" aportados por la Fiscalía, determinó su enjuiciamiento "por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos en materia de hidrocarburo y de sustracción de hidrocarburo".
Asimismo, el juez estableció un plazo de cuatro meses para la investigación complementaria, periodo en que los imputados seguirán recluidos en el Centro Federal de Readaptación Social de Almoloya de Juárez.
Los imputados eran subordinados del general Eduardo León Trauwitz, quien encabezaba la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex, encargada precisamente de evitar el robo de combustibles. Sobre Trauwitz también pesa una orden de aprehensión.
De acuerdo con las pesquisas de la FGR, este grupo de militares y otras personas en Pemex colaboraban con grupos delictivos para que se sustrajera ilegalmente combustible de los ductos de la petrolera estatal.
El pasado 7 de junio, un juez federal suspendió la orden de aprehensión contra el general al concederle un amparo, y ha trascendido en medios mexicanos que la FGR lo ha localizado en Canadá.
El Gobierno de México sostiene que el robo de combustible, conocido como "huachicoleo", provocaba pérdidas de 65.000 millones de pesos anuales (unos 3.400 millones de dólares) en todo el país.
Por eso, tras asumir la Presidencia el 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador optó por combatir este fenómeno desplegando militares para evitar la "ordeña" de los ductos de Pemex por parte de ladrones.
Además, privilegió el uso de camiones cisterna para el transporte de combustibles, lo que provocó una distribución más lenta de la gasolina y una crisis de desabastecimiento durante enero pasado en la capital y varios estados del país.
El pasado 23 de abril, López Obrador dio por cerrada la crisis por el robo de combustibles. "Era un asunto que parecía muy difícil de resolver pero se pudo enfrentar. Y el que puede lo más, puede lo menos. El que puede con el huachicol va a poder con todo", aseveró.