México.- El tráfico ilegal de migrantes centroamericanos que atraviesan México para llegar a Estados Unidos genera 6.000 millones de dólares anuales en dinero negro, informó este viernes el Gobierno.
En conferencia de prensa, Marcelo Ebrard, precisó una cifra que se calcula teniendo en cuenta el dinero que pagan los migrantes -entre 3.500 y 7.000 dólares por persona- a los delincuentes que se lucran con esta actividad ilícita.
"Hay un negocio inmenso que son 6.000 millones de dólares al año", aseguró Ebrard desde Palacio Nacional.
No obstante, las cantidades son pagadas en vano, recalcó el canciller, pues "no hay nadie que llegue" a la frontera norte, en referencia a que la mayoría padecen engaños o violencia.
En el tráfico de personas, los más vulnerables son los niños, quienes son secuestrados y vendidos a familias seducidas por el argumento de que al ingresar a Estados Unidos con un menor se puede acceder a un permiso de 20 días.
"Te consigo al niño para que en Estados Unidos te den el permiso", comentó Ebrard sobre un problema que calificó como "el más desgarrador" de los que se desprenden del tráfico de personas.
En los últimos meses se ha registrado "un incremento de 300 % en el flujo migratorio de indocumentados hacia Estados Unidos".
Los datos fueron anunciados con motivo de la presentación del plan de atención a los migrantes elaborado a fin de cumplir con las demandas de Estados Unidos.
Luego de que la semana pasada ambos países llegasen a un acuerdo tras unas dilatadas negociaciones en Washington, México tiene cercas de mes y medio para implementar medidas que frenen el flujo migratorio.
De no hacerlo, la amenaza del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, de imponer aranceles a los productos mexicanos podría aplicarse.
"Alejar la posibilidad de una guerra comercial es lo que tenemos que lograr entre todos los mexicanos", aseveró el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Una imposición de aranceles del 5 % ampliables al 25 % traería consecuencias dramáticas para la economía mexicana.
Para ello, los estados sureños -Chiapas, Campeche, Tabasco, Veracruz y Oaxaca- se sumaron este viernes al plan migratorio y anunciaron que colaborarán con el Gobierno para ofrecer alternativas de trabajo a los extranjeros centroamericanos.