México, 20 jun (EFE).- La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseveró este jueves que México mantendrá la política de acoger a los migrantes conforme los acuerdos internacionales, pero aseveró que no se les permitirá usar al país como tránsito para llegar a Estados Unidos.
En el marco del Día Mundial del Refugiado, la funcionaria detalló que las fronteras del país están abiertas para aquellos que quieran «integrarse a la vida productiva del país», pero que si solo llegan a transitar para llegar a Estados Unidos «eso no será aceptado».
Dijo que los migrantes deben tener claro que deben apegarse a las leyes mexicanas y mantener en regla su permanencia en el país, y rechazó que las puertas de la frontera se hayan abierto para permitir una migración masiva.
«Lo único que se hizo fue regular a quienes pasaban por ahí», aseveró la funcionaria.
Del mismo modo, dijo que el Gobierno mexicano mantendrá su política de asilo a migrantes pero aplicará sus propias leyes, y reiteró que en el caso de los refugiados México no cesará «en cumplir con necesidades de aquellos que necesitan de su ayuda».
Por su parte, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, señaló que según estimaciones oficiales este año el número de refugiados en México se multiplicará tres veces respecto a 2018, para llegar a unos 80.000 solicitantes.
El funcionario refrendó el compromiso de México «para garantizar el derecho al refugio y a que las personas busquen protección internacional».
Encinas señaló que no se puede repetir la política de los años 70, «cuando por un lado se brindaba asilo a los perseguidos del fascismo sudamericano y, al mismo tiempo, se perseguía, torturaba y desaparecía a activistas políticos del país».
Señaló que ningún ser humano debe ser considerado ilegal por ser migrante o refugiado, y que México debe asumir su integración en la vida social, cultural y económica del país.
A su vez, Mark Manly, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), dijo que en el caso de los refugiados México no está solo.
«Les vamos a seguir apoyando para enfrentar los retos que representa la llegada de refugiados al país, lo que incluye asesoría al sistema de asilo y brindando asistencia a la población», indicó.
En ese sentido, la organización Save The Children en México señaló que el año pasado, 25 % de las solicitudes de refugio presentadas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) eran de niñas y niños.
La organización explicó que muchos de los menores enfrentan estrés tóxico que puede tener implicaciones de por vida, y «la incertidumbre de no saber qué pasará y los contactos con autoridades mexicanas poco sensibles a la niñez aumenta su estrés y posibilidades de sufrir trauma».
Asimismo, la ONG pidió la creación de un Sistema de Protección Integral Fronterizo que coordine esfuerzos de los países de Centroamérica y Norteamérica y que los planes de desarrollo regionales incluyan mecanismos de protección para los niños.