San Diego (CA), 25 jun (EFEUSA).- La Patrulla Fronteriza de San Diego, California, realizó una demostración este martes del equipo que utiliza para reducir el cruce de indocumentados en zonas de peligro, y evitar así que resulten lesionados o incluso pierdan la vida.
Al iniciar la presentación en el área de Otay Mesa, Douglas Harrison, director interino del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza, indicó que esta misma mañana los agentes fueron informados de una llamada de emergencia sobre cinco migrantes que pretendían ingresar a territorio estadounidense de forma ilegal.
Los cinco fueron hallados con ayuda de un agente de la brigada canina y trasladados para ser procesados, dijo un vocero de la Patrulla Fronteriza.
En este rescate participó un equipo especial de la Unidad de Trauma, Búsqueda y Rescate de la Patrulla Fronteriza (Borstar), cuyo origen se remonta a 1998 en el sector San Diego y que, al contar con paramédicos y unidad canina, se especializa en rescates en zonas de difícil acceso para vehículos, como cañones y zonas montañosas.
El sector San Diego de la Patrulla Fronteriza cuenta con 38 agentes que han realizado 18 rescates desde el año fiscal 2018 hasta hoy, mientras que en lo que va del año han atendido a más de 200 pacientes y recuperado tres cuerpos de zonas de difícil acceso.
Una nueva labor que Borstar ha practicado este año por primera vez es la evaluación médica a 4.000 menores de edad.
Esto se debe al aumento de los flujos de solicitantes de asilo político, quienes se entregan a miembros de la Patrulla Fronteriza cuando cruzan a zonas no autorizadas.
En este sentido, Miguel Ángel Peña, agente de Borstar, indicó que tras la llegada de migrantes transferidos del sector Valle del Río Grande, los paramédicos son llamados a las estaciones de procesamiento de la Patrulla Fronteriza para practicar evaluaciones médicas a los menores de edad.
Entre los síntomas más comunes que han encontrado están la gripe, fiebre, tos, reflujo y malestar estomacal.
Por su parte, José Molina, supervisor de Borstar, aseguró que «no vale la pena cruzar y arriesgar la vida».
«Yo sé que las situaciones en los países no son como quieren que estén, pero que lo piensen bien, porque a veces se pierde la vida por querer cruzar», sostuvo.
«Mientras los traficantes de personas continúen con sus actividades, otras personas seguirán sujetas a peligros y condiciones inhumanas», manifestó por su parte el director interino del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza.
Cifras proporcionadas por la agencia indican que en lo que va del año fiscal, cuatro personas han perdido la vida intentando cruzar la frontera en el sector San Diego.
El mismo número de decesos se registró durante el año fiscal 2018.
El pasado domingo, un padre y su hija de menos de dos años, ambos salvadoreños y que buscaban asilo en EE.UU., perdieron la vida al intentar cruzar el río Bravo cerca de la ciudad mexicana de Matamoros.