Puebla (México), 27 jun (EFE).- Unos 2.500 bailarines de 37 países se mueven esta semana al mismo ritmo en el Campeonato Mundial de Salsa «Euroson Latino 2019» que se celebra hasta el 30 de junio en la céntrica ciudad mexicana de Puebla.
Durante cuatro días de competencia los ritmos latinos se escucharán en las instalaciones del Centro de Convenciones William O. Jenkins de Puebla, cuyos pasillos, jardines y salones están transformados en pistas de baile improvisadas.
«Vienen desde Israel, Australia, Japón, España, Italia, Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica, principalmente» comenta el director general del Campeonato, Gabriel Romero.
En entrevista con Efe, Romero señaló que este proyecto que ya cumple 11 años en México, surgió para apoyar el talento mexicano. «Vimos la necesidad de hacer un campeonato que fuera una plataforma para todos los bailarines de todo el mundo» comenta.
Cualquier espacio es bueno para ensayar antes de subir al escenario. «Uno, dos, tres, cuatro» el conteo se repite una y otra vez. No hay música, por ahora, son movimientos mudos, cargados de energía y ritmo que sólo ellos escuchan en su interior.
Repiten una y otra vez las partes más complicadas de su coreografía, piruetas de vértigo que no trastocan el peinado ni la sonrisa, pasos y movimientos que ganan la velocidad a la comprensión visual y todo a ritmo; a tiempo de la música y en total sincronía con su pareja o con el grupo.
El ritmo corre por sus venas sin distinción de edad, nacionalidad o preferencias sexuales porque el Euroson Latino, integra desde hace 10 años una categoría para parejas del mismo sexo.
La pareja de costarricenses de David Navarro y David Hernández lleva tres años participando en este campeonato en la categoría de cabaret, salsa amateur y como solistas.
Llevan tres años practicando y aprendiendo juntos; este año pasaron a la final. El mensaje que mandan a su país busca apoyo y aceptación.
«Les decimos a los costarricenses que nos apoyen porque allá casi no se ve este rol (categoría) de «Same Gender» señala David Hernández. «Les pedimos que abran sus mentes para poder seguir trabajando en esto», apostilla.
Para su pareja lo más importante es luchar, «por más que siempre haya adversidades». Ambos están orgullosos de representar a Costa Rica y a la Academia Rincón Salsero a la cual pertenecen.
Un jurado internacional evalúa las actuaciones, toma en cuenta el ritmo, la interacción, dificultad, coreografía, técnica, reacción del público.
Alejandra Soria Sánchez tiene 10 años y su estatura no supera el metro pero eso no le impide moverse como si llevara toda una vida bailando. Originaria de Cali (Colombia), Alejandra deja boquiabierto al jurado y a cualquiera que se detenga un minuto a ver cómo baila.
Tiene tres años bailando y este es su primer campeonato. No ha ganado pero dice que «no importa» porque le queda toda una vida de éxitos.
Con su pareja compitió en la categoría de salsa y cabaret y a pocos días de terminar su viaje a México señala que extraña a su familia y desea regresar a Colombia.
A pesar de estar lejos de sus países, las porras y banderas animan todas y cada una de la presentaciones. Rosa María Castro comenta orgullosa a Efe el triunfo de su hijo de 9 años, tercer lugar de salsa en su categoría.
«Es el primer campeonato de salsa, el aprendizaje es muy grande, compartir con otras culturas, ver la pasión que se tiene por el baile que más que un hobby es una profesión», señala
Rosa María se define como bailadora social y señala que apoya a su hijo en su pasión por el baile porque ven el talento, la disciplina y el crecimiento como persona que el baile ejerce sobre él.
Hasta el 30 de junio Puebla seguirá como epicentro mundial de los ritmos latinos a través del Euroson Latino 2019; una plataforma para bailarines de todo el mundo.